En el último Festival de Antigua en Guatemala se estaba premiando a Ogilvy Costa Rica por sus Jades a la campaña de Scrabble, cuando alguien empezó a gritar: “¡Ya se hizo!, ¡Ya se hizo!”.
Me volví de inmediato hacia la zona desde donde salían los gritos, y pude ver a unas ocho filas a Giovanni Bulgarelli parado en su silla gritando a voz en cuello el “¡Ya se hizo!”, en una clara alusión a la campaña de Scrabble hecha por una Ogilvy en Europa hace unos 2 años. Ésta fue publicada en el mundo entero, y aunque algunos opinan que es igualita y hasta idéntica, ese no es el tema central de ésta publicación. Claro está, creo no se puede argumentar coincidencia cuando se trata del mismo cliente y de la misma red, así que otros deben ser sus argumentos y éstos no me corresponden.
La premiación para Ogilvy Costa Rica continuaba ganando Jades y en cuestión de segundos los gritos iniciales se convirtieron en un coro a todo lo que daban decenas de gargantas que indignadas continuaron con el estribillo: “¡Ya se hizo!, ¡Ya se hizo!, ¡Ya se hizo!”. Es decir, Giovanni no estuvo solo en ésta denuncia que por segundos provocó muchos comentarios.
Sin ánimo de entrar a la polémica vieja y gastada de truchos y fusiles, pues de todos es conocido que en ésta discusión podríamos pasarnos horas entre razones, apreciaciones y valoraciones de todo tipo, me parece que la manifestación pública de Bulgarelli merece verla desde dos puntos de vista, pues sin juzgar a nadie es cierto que toda moneda tiene dos caras.
Por un lado, estarán los que dirán que fue incorrecto, inapropiado, inoportuno y desmedido. No sobrarán quienes lo criticarán por tratarse de un ex Director Creativo General de la misma Ogilvy Costa Rica, como creo que sobrarán los que se volcarán en todo tipo de acusaciones para quien no tuvo temor alguno de exponerse así y decir a voz en cuello su indignación encima de su silla.
Aunque sospecho que serán los menos, habrá otros que aplaudirán su valentía, coincidirán en que ya se había hecho, dirán que es un apasionado y un atrevido, aplaudirán su instante de expresión pública y pensarán que se necesita más gente lanzada en la publicidad.
Con todo lo que parezca de indefinido y complaciente, yo tendría que reconocer que posiblemente estaría de acuerdo con ambos bandos en todas sus expresiones, para terminar sin una posición de acuerdo o en contra, sino todo lo contrario. Bulgarelli es Bulgarelli y así, con todo lo que demuestra y hace, yo lo aprecio y respeto.
Lo que sí es cierto de todo esto, y tal vez hasta poco discutible, es que con Scrable, Ogilvy Costa Rica nos quitó a nosotros en Tribu DDB el reconocimiento al Premio País, y con ello se llevó un Jade para su vitrina que pudo haber sido para la nuestra. También es cierto que la mencionada campaña sumó puntos clave para que Ogilvy fuera Red del Año y no BBDO, con lo que se demuestra que vino, impactó, fue premiada y ganó. Esto último de forma contundente.
El partido terminó, el pitazo final se dio y ahora todo está para análisis y comentarios, como éste artículo en mi blog que se detonó de un momento para recordar. O para olvidar.
