Con unos 10 kilos más que el año pasado, Bruce Sterling volvió a llenar el Salón D con miles de personas que llegamos a escuchar su cierre del SXSW. Demasiado fino el humor para mi o demasiado gringo para un latino, pero los primeros 20 minutos al menos se me hicieron una tortura.
Habló desde el mal tiempo que nos tocó en este South by South WET, de tanto que llovió y el frío que ha hecho, a todo un largo párrafo sobre drogas en México, el narcotráfico y otro poco de incoherencias. Supongo que para muchos es genial, mientras que para mis es una pesadilla. Me lleva a pensar un ¿qué hago aquí? Me hace desear aún más mi margarita de las 6.
Mientras sigo esperando que inicie a hablar del SXSW, con alguna idea nueva o perspectiva que yo no tengo, creo que entró al tema cuando habló del geek art. Luego llegó al 5 aniversario de Twitter, que se lanzó en el SXSW para decirnos a todos: “Si estabas esperando algo tan grande como Twitter este año, seguirás esperando”. En simple dijo que no podría suceder algo así de grande cada año.
Luego pasó a la forma como está viendo a la gente vestida hoy. Nota que hace unos años el SXSW tenía a gente en t-shirts y jeans, más luciendo como chicos empezando un negocio. Ahora dice ver a la gente mejor vestida, más exitosos y mostrando una elevación del nivel que incluso lo llamo “chic”, aunque aún no comparable con la gente del Film.
Le molesta el retro look de los geeks, y se pregunta si esto es un reflejo de un problema a resolver. Nos propuso a todos que vengamos vestidos más como lo haría la gente que habla del futuro. Luego elaboró con chistes que no entendí, sin embargo, planteó una idea que creo que perfectamente se aplicaría a nuestra gente creativa en las agencias del mundo.
Y entró a las predicciones el autor de Beyond and Beyond. Sin más introducción predijo con una historia para integrar historias. Trajo al salón a los stacks, Google, Amazon, Facebook, Microsoft y Apple. De paso, todos americanos y potencias irreversibles de innovación. Sterling desarrolló su monólogo con una referencia a los stacks y su dominio, que alcanza a los niveles más ínfimos. Integrados a lo ancho y lo alto, el futuro de los stacks es simple: tomarán total control de internet.
Entre ellos estarán haciendo todo lo posible por convertirse en el stack dominante, con la intención de destruir a los demás. Sin embargo, dijo que los cinco serán destruidos. Anticipa que todos desaparecerán como lo han hecho todos los anteriores. Con razones simples que hablan de saturación y agotamiento en los usuarios, en otras palabras habla de cómo serán commodities inevitablemente, aunque la gente hoy ama los stacks.
De hecho, insiste que ninguna de estas grandes firmas nos trae riqueza y prosperidad. Los stacks según Sterling no tienen clientes, sino live stock. (¡ganado!). Por esto, casi que dice que nos reducen a nivel de perros en referencia a su famosa caricatura. Luego, sin ninguna reserva se refirió a los lords de internet, los fundadores de cada firma, para recordarnos cómo son de humanos. Mencionó a los stacks como reflejos de humanidad, frágiles y demasiado dependientes de personas.
Para este momento la tortura del principio ha tendido todo el sentido. Ya entrado en el minuto 36 comprendo porqué el salón está lleno de miles de personas que nos sentamos a escucharlo. Sin duda, ve lo que no vemos muchos, especialmente cuando me hace sentir parte del ganado. De hecho, nos recomienda abandonar nuestro nivel absurdo de dependencia a los stacks. Y por supuesto, ¿qué van a pasar con ellas? ¿Cómo vivir sin estas firmas? ¿Cómo es que van a evitar lo que le sucedió a Kodak, Nokia o MySpace?
Así que apaguemos las luces e imaginemos que todos se fueron. ¿Qué quedó? Por un buen rato se concentró en una actuación que sacó muchas carcajadas para recrear su visualización del futuro. Ya podrás oirla por tu cuenta en la grabación que estoy haciendo en mi iPhone para asegurarme de que vos verifiqués si lo que he escrito tiene algún sentido. Lo cierto es que no comprendí adónde llegó.
Fue interesante tomar notas mientras Sterling hacía su discurso. ¡Lo intenté! A la altura del minuto 44 ya me perdí de nuevo, pues no logré ver en concreto qué proponía y en todo esto logré apenas entresacar su rescate del valor de la información, de la academia y el conocimiento.
Al final regaló los libros y cerró. Ahí te queda la grabación.
