Les presento a Diego García, nuevo Gerente General en Tribu, que ha llegado marcando huella desde el primer día, pensando con el corazón y actuando enfocado a establecer una relación de largo plazo con todos en la compañía, con nuestros clientes, medios, proveedores y amigos. Dejame que te cuente cómo llegó.

Primero, nos conocimos por referencia de un amigo y colaborador en común, Marcelo Furrer, nuestro actual Director Creativo Asociado. Ambos uruguayos, se habían encontrado en DDB Nicaragua, en donde marcaron huella y construyeron juntos por un par de años, si no me equivoco. Tal vez, el hecho de que fuímos presentados en amistad, hizo fácil que en minutos fuéramos amigos también, y como bien sabía Marcelo, compartimos sueños e ilusiones, y buscamos como muchos de nuestros lectores en el blog, vos entre ellos, elevar el nivel creativo, competir entre los grandes y abrirnos espacios duraderos. La química fue instantánea y en dos vías, así como es cierto que tratándose de compañeros de oficio, pues nos sintonizamos rápidamente.

Luego del proceso normal, aunque corrió inusualmente fácil, llegó el primer día y acá llegó Diego, que en ese momento venía de DDB Costa Rica, donde había coordinado regionalmente McDonald’s, por cierto, una vieja cuenta en mi vida profesional que recuerdo con amor… y sí, con dolor también. ¿Y qué creés que hizo este tipo en su presentación a toda Tribu? Pues nos contó de él y se abrió con un relato cariñoso de su país, su entorno, su carrera, y muy especialmente de su familia, sus padres, hermanos, la suegra, su esposa, sus niñas, la muchacha de la casa, su perro. En fin, abrió su corazón y nos contó de su vida. Al conectarnos con su pasado, su origen y trayectoria, nos permitió conocerlo y valorarlo, pero especialmente acercarnos y hacerlo amigo en unos minutos.

No cabe duda de que Diego entró a Tribu inspirado por Lovemarks, encendido por el desafío y por la oportunidad, así como conectado emocionalmente con la esencia de nuestro existencia. Para un profesional de carrera en la publicidad, la verdad, Lovemarks es la respuesta a todos nuestros deseos, y acá en nuestro lugar, estamos comprometidos con la idea de que Tribu sea el teatro de nuestros sueños. Pues bien, Diego también entró con la idea de quedarse, no a probar o a intentar, y claramente movido por inyectar valor adicional a la empresa en busca por sostenibilidad, por cuanto que se enfocó en la relación emocional y la conexion de corazón a corazón. Por esto, no es de sorprendernos que terminara su presentación ese día, con una sorpresa.

En nuestras reuniones y entrevistas previas, le conté que una de nuestras ideas en Tribu se relacionaba con un perro. Sí. Por meses hemos barajado la idea de comprarnos un perro labrador negro, traerlo a vivir con nosotros y convertirlo en un miembro más de nuestra organización. Leímos que en Japón usan del perro en las compañías para unir a las personas, brindarles un instante de sabor de hogar y provocar ese estímulo propio de las familias con la presencia de la mascota. Y bueno, por ahí tiré mi comentario y no pasó a más, sino hasta el instante mismo en el que Diego nos presentó su regalo de iniciación: un perro labrador negro de menos de dos meses.

Este es TRUCHO, el regalo que nos trajo Diego García y que marcó su llegada a esta Tribu que por tantos años ha requerido de un profesional de su calibre en la Gerencia General. Así que por su amistad, su profesionalismo, su liderazgo y energía, por lo que nos va a traer en lo que viene, y por este Trucho de todos, quiero así darle la bienvenida a nuestra compañía, convencidos de que vamos a avanzar en llenar el mundo con Lovemarks, en la idea de hacer una contribución todos los días, en la búsqueda por un PIC en cada cliente y por supuesto, en la indispensable realización de nuestra empresa para consolidarse como siempre la ha hecho, financieramente robusta y sólida en sus valores.