Anoche celebramos con Bob Isherwood su Clío en reconocimiento a sus logros en la vida profesional, y aplaudimos especialmente cuando Bob agradeció el reconocimiento al decir que esperaba ser la primer persona en recibir este premio dos veces en su vida.
Es decir, Bob no se retira, no piensa que está en la recta final y desea seguir cosechando muchos éxitos más como Director Creativo Mundial de una de las agencias más creativas del planeta. En lo personal, celebré su sencillez, su forma sensible y humana de expresarse, y con ello, esta leyenda viviente de la publicidad del mundo se expresó de una forma particularmente propia de quienes saben que no tienen nada que demostrar.
Maquillado y vestido como una estatua viviente, fue elogiado por muchas personas en el escenario, entre las cuales no podía faltar su dupla y amigo, Kevin Roberts. Su esposa, Rhonda, estuvo en primera fila disfrutando esta manifestación masiva de amor y reconocimiento al gran director creativo australiano, cuyos éxitos iniciaron en su propia agencia, The Campaign Palace.
Kevin contó su anécdota de cómo conoció a Bob, precisamente como cliente durante un pitch, así como de la forma como conectaron de inmediato. Fue Bob quien 10 años después provocó a Kevin y lo condujo a la posición máxima de esta organización publicitaria en el mundo.
Fue una noche especialmente emotiva, y en todo lo que vale, una oportunidad para aprender de estos eventos y cómo en otras latitudes se celebran los éxitos de otros sin rencor o envidia, al menos, una vez en la vida.
Hoy recordamos su visita a Tribu el año pasado, y apreciamos de corazón su cariño y motivación.
Por el gran creativo, el líder inspirador, por el ser humano y amigo personal, en tres palabras, I LOVE BOB.