Ayer conocimos a Patrick Henry Hughes y su papá. Cuando conocés limitaciones así en vivo y a todo color, salta un pequeño yo al hombro y me grita: ¿Te das cuenta? ¿Ves todo lo que tenés? ¡Ya dejá de quejarte, animal!
En la fotografía abajo podés ver de cerca a Patrick, sentir su ternura e inteligencia. Cuando conversamos con él, no dejó de sorprendernos su extraordinariamente bien pronunciado español. Energía y motivación pura, a pesar de haber nacio sin ojos y con una malformación que lo ubicó en la silla de ruedas irremediablemente.
Inspiración pura es lo que nos regalan Patrick y su papá, en la foto abajo. Y nos hace pensar lo mucho que nos corresponde inspirar a cada paso, donde quiera que estés, porque encendidos por nuestras emociones es como logramos lo mejor. Con pasión, y aprendí en estos últimos tres días… compasión también.