¿QUÉ LOGRARÁ EL NO AL TLC?

Jorge Walter Bolaños escribió este artículo que me permito reproducir, como muestra de la profundidad y gravedad del tema en discusión, y que nos hace más difícil aún comprender la campaña publicitaria del Sí. Don Jorge Walter es Ex-ministro de Hacienda, ex CFO (Chief Financial Officer) de HB Fuller, y muy apreciado profesor mío, como de cientos de estudiantes de Finanzas en la Universidad de Costa Rica.
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¿QUÉ LOGRARÁ EL NO AL TLC?
Si analizamos un potencial escenario de que se apruebe el NO al TLC, es muy fácil anticipar ciertas consecuencias que tal acto traerá al país. Veamos:
Cierre de la CCSS. El NO al TLC provocará el cierre de muchas empresas y el despido de cerca de 500.000 empleados, según los entendidos. Con esa masiva cifra de despedidos, las cuotas que recauda la Caja Costarricense de Seguro Social se verán disminuidas grandemente y será una puñalada mortal a las finanzas de la Caja, que no podrá resistir. Primero sucederá que la CCSS no pueda dar medicinas, después que no podrá hacer cirugías ni dar citas, más tarde vendrán el despido de empleados de la CCSS y el cierre de clínicas y hospitales. Nunca la CCSS pudo haber estado expuesta a un golpe de las consecuencias que este tendrá. Si alguien quería cerrar la CCSS, aquí tiene el golpe más seguro a su corazón.
Cierre del ICE. Hoy en día el Instituto Costarricense de Electricidad ha venido fallando a todo lo lindo y cada día, con mal servicio telefónico, corrupción, incapacidad de realizar instalaciones de teléfonos a los que lo solicitan y apagones, y eso causa la insatisfacción de los usuarios por el pésimo servicio. La ciudadanía no esperará eternamente como esclava de tan pésimo monopolio. Se requiere hacer algo urgentemente, pero ahora algunos, no contentos con haber llevado al ICE a esta precaria situación, le niegan, como dice el NO, la tabla de salvación que representa la flexibilización necesaria y la apertura que la ayudaría a brindar al usuario un mejor servicio. Finalmente, esta negación del oxígeno vital llevará al ICE a su cierre.
Cierre de universidades públicas. La fuga de empresas que se dará con el NO provocará que no existan empleos para los que se graduarán de las universidades. ¿Para qué van a graduar personas las universidades si no van a conseguir empleo? La universidad más afectada será el Instituto Tecnológico pues sus graduados lo son en disciplinas técnicas, que las empresas ya no demandarán. Se llegará inevitablemente a tener que cerrar ese Instituto y posteriormente la racha de cierres avanzará hacia la Universidad de Costa Rica.
Emigración a Centroamérica. Las empresas que se cierren en Costa Rica emigrarán hacia todos los otros países de Centroamérica que ya dijeron SÍ al TLC, y a los desempleados costarricenses no les quedará más camino que buscar trabajo en esos países, abandonar sus hogares y familias y emigrar en busca de un salario, no de calidad como el que tenían en Costa Rica sino para no morir de hambre. La calidad de vida de los ticos sufrirá grandemente pues quien emigra tendrá que vivir pobremente en el país al que fuera y vivirán pobremente los familiares, madres e hijos que se quedarán en el país esperando las débiles remesas de fondos de los que se fueron. La inseguridad y la violencia aumentarán en el país como nunca antes.
Empobrecimiento total. Dados la alta cifra de desempleados, el cierre de empresas y el no atraer inversión extranjera, el país sufrirá las consecuencias de escasez de dólares. La devaluación se multiplicará por cifras enormes, todavía más de lo que sucedió en la época del desastre de Carazo. La inflación será elevadísima, y ese impacto a quien más golpeará será a los pobres de Costa Rica, muchos de los cuales, en ese momento, estarán también desempleados. El hambre y la miseria serán nuestro pan de cada día.
Cierre de negocios rurales. La fuga de inversión extranjera, el altísimo desempleo, la enorme devaluación e inflación que sufriremos, además de afectar en mayor medida a los pobres, causará que no lleguen turistas, negocio del que vive en gran medida el pequeño agricultor que surte a los pequeños hoteles rurales, los que a su vez emplean a tantos costarricenses. Todos esos pequeños negocios locales tendrán que cerrar, y muy pronto.
Entrega de la soberanía. Lo que no han logrado algunos en el pasado se lograría en esta ocasión. Como todos sabemos, ya los dictadores Fidel Castro y Hugo Chávez han dado la orden de que el TLC no se debe aprobar en Costa Rica. Al obedecerles, estamos entregándoles nuestra soberanía pues deberíamos ser nosotros los que tomemos las propias decisiones y no esos dictadores. No me extrañaría que ya Chávez haya dado la orden de que los simpatizantes del NO en Costa Rica deben usar banderitas y colores rojos porque ese es el color favorito de él y de Castro. No me extrañaría que pronto lleguen al país furgones de camisetas rojas regaladas, que le han sobrado a Chávez de sus demostraciones callejeras pasadas.
No podemos entregar nuestra soberanía.
En estos dos países se vive la peor de las pobrezas extremas. En Cuba es generalizada y en Venezuela llega al 40%. Pero existen ricos también. La fortuna de Castro se estima en $1.000 millones, según la revista Forbes , y Fidel todavía no ha podido desmentir esa aseveración. La fortuna de Chávez todavía no se conoce, pero estimo que pronto se publicará. ¿Por qué queríamos los costarricenses vender la soberanía y cambiar nuestro modelo hacia uno de estos ejemplos de tan salvaje capitalismo, en el que todos se empobrecen para hacer ricos a unos muy pocos?
No nos extrañe entonces que esta entrega de la soberanía, venga seguida de inmediato por el control de la libertad de expresión, el cierre de periódicos y por la opresión de la Iglesia, que se vive en esas dos dictaduras.
¿No les extraña el hecho de que existan tantos acentos extranjeros dentro de los agitadores del NO: catalanes, argentinos, uruguayos, cubanos y venezolanos? ¿Por qué tanto interés de los extranjeros en entrometerse con el derecho soberano de decidir nuestro destino?
No puede ser la superficialidad un derecho exclusivo de algunos despistados rectores o consejos universitarios ni de algunos excandidatos o expresidentes que se han dedicado a dar argumentos falsos, tendenciosos o superficiales sobre el TLC.
Todos estamos en el derecho de aportar.
Artículo por JORGE WALTER BOLAÑOS.
Nota: Este artículo no refleja mis opiniones sobre el TLC. Es la opinión independiente de su autor.

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