Me encontré en Wikipedia con esta descripción:
escribir sus comentarios y el autor darles respuesta, de forma que es
posible establecer un diálogo. No obstante es necesario precisar que
ésta es una opción que depende de la decisión que tome al respecto el
autor del blog, pues las herramientas permiten diseñar blogs en los
cuales no todos los internautas -o incluso ninguno- puedan participar.
El uso o tema de cada blog es particular, los hay de tipo personal, periodístico, empresarial o corporativo, tecnológico, educativo (edublogs), políticos, etc.»
El mío?, es personal.
Y agrega,
muchas de ellas gratuitamente, sin necesidad de elevados conocimientos
técnicos, administrar todo el weblog, coordinar, borrar o
reescribir los artículos, moderar los comentarios de los lectores,
etc., de una forma casi tan sencilla como administrar el correo electrónico. Actualmente su modo de uso se ha simplificado a tal punto que casi cualquier usuario es capaz de crear y administrar un blog.»
Y este es mi caso. Es demasiado fácil.
Luego indica:
Y por esto y mucho más, aquí no se admiten más anónimos. Experimentamos todos y aprendimos, especialmente yo! Por cierto, tampoco por ninguna razón visito blogs de anónimos. Vamos, ni por accidente.
Después, en el glosario, me encontré con esta interesante palabra:
o blogósfera: conjunto de blogs agrupados por algún criterio específico
(localización, temática, idioma). Por ejemplo: blogosfera hispana,
blogósfera chilena o la blogosfera política. El término fue acuñado en 2002 por William Quick.«
Y por supuesto que será mejor una blogosfera publicitaria sana, que solo mi blog. Obvio.
Así que adelante. Abrí tu blog!, sea tuyo o empresarial, gremial o entre amigos. Nada más confío en que no sean muchos los escondidos en el anonimato, pues perderán el tiempo así. El blog tiene éxito como bitácora abierta, y mucho mejor si es personal. Así mismo, colocando tu nombre en la línea y viviendo plenamente la experiencia virtual, digital o como la querás llamar.