Aún estamos viviendo de las oraciones de nuestros abuelos, gozando de las bendiciones que nos alcanzan por los himnos que cantaron y las peticiones que hicieron, dice Jon Goode. Como él, tenemos un poco más que otros y menos que algunos, y sin embargo, nos recuerda que nada de esto es por nosotros.
Me encantó el poema de este chico negro del sur de los Estados Unidos, y por esto lo comparto con vos, al igual que este otro John con su versión de My God:
Es personal. Y por esto, es importante comprender que nadie puede convencer a nadie, que no es un tema de venta o publicidad, sino un tema íntimamente personal. Ve lo que dice Salina en su versión de My God:
¡Feliz domingo!