En una de las apariciones más inesperadas en la historia de Cannes, Yoko Ono hizo gala de su enigmática, legendaria y cautivante personalidad, pasando en instantes de lo ridículo a lo sublime, de lo insólito a lo profundo. Al final de sus 45 minutos en el escenario nos invitó a bailar, y como te lo podrías haber esperado, no nos tuvieron que insistir.
Éste video captura los minutos antes de la invasión al escenario, aunque sinceramente, hasta me río de mi mismo por lo entregados que estuvimos.
El final de la presentacion de Yoko Ono terminó como ella acostumbra a hacerlo, en caos, cámaras, aplausos, tumulto y emoción.
En la publicación de CAnnes Daily apareció el sábado ésta foto. Para mi sorpresa, soy yo de camisa azul. 😉