Recuerdos trascendentales.
Ciertas experiencias en la vida nos marcan de forma inesperada. Algunas incluso expanden nuestra comprensión del mundo y de nosotros mismos.
El reciente viaje a la India, del que acabo de regresar, ha sido una de esas vivencias transformadoras. Durante las cinco noches del retiro Kutastha en el Fuerte Kuchaman, nos sumergimos en un espacio de introspección, aprendizaje y conexión en compañía de seres humanos extraordinarios.
Solo lamento haberme perdido el gran final que vivió el grupo en Vrindavan, durante el Festival Holi. Un vuelo a Londres, desde donde ahora escribo estas líneas, me esperaba para participar como mentor en mi primer encuentro del Unreasonable Group. Pero de esto conversaremos más adelante. Volvamos a Rajasthan, en la India.
Cabe mencionar que esta increíble experiencia no habría sido posible sin la magnificencia de Manvendra Singh, quien facilitó el acceso al Fuerte Kuchaman, una joya histórica que su familia ha preservado con sumo cuidado. En este momento, Manvendra y su equipo trabajan en la restauración del fuerte para convertirlo en un enclave de hospitalidad incomparable en la mítica Kuchaman City. Este escenario fue el telón de fondo perfecto para una exploración profunda del ser y del gozo.
Intentaré compartir los momentos más significativos y lo aprendido durante la estancia, sin olvidarme de aquellos que hicieron de esta experiencia algo inolvidable, aunque anticipo que será difícil describir lo vivido.














El Inicio de la Experiencia: cruzando el Atlántico con Earth One
La semilla de esta travesía espiritual comenzó a germinar en otro escenario impresionante: el océano Atlántico, cuando pasé 12 días a bordo de un barco en un viaje organizado por Earth One junto a más de 400 personas provenientes de diversas partes del mundo. De esta experiencia ya hablé en otro artículo, pero considero importante hacer una breve mención porque fue en aquella travesía donde conocí a Månika Dogra, Victorien y Swami Chidananda, personas maravillosas, profundas e inspiradoras.
Con ellos compartí, además del trayecto, un viaje espiritual y filosófico que terminó con un concierto nocturno Nakaloka y se prolongó durante cinco noches seguidas escuchando de Swami la historia de Ram.
Estas relaciones, creadas en la espiritualidad más pura y hermosa, fueron los pilares del puente que nos llevó a Alexandra y a mí hasta el retiro Kutastha y nos abrió a explorar nuevas dimensiones del espíritu.
Kutastha: El retiro que nació en el océano
Durante nuestras largas conversaciones en alta mar, Victorien y Månika conectaron con Swami a otro nivel. Ahí surgió el concepto que más tarde sería el corazón del retiro: Kutastha. Este término sánscrito encierra un significado profundo que, en esencia, representa la conciencia inmutable y eterna que reside dentro de cada ser humano.
La idea comenzó a tomar forma gracias a las reflexiones compartidas de Månika y Victorien. Ambos encontraron en «Kutastha» un principio unificador de muchas tradiciones espirituales, una suerte de llamado a conectar con la esencia pura e inalterable del ser. Esa visión daría lugar a un espacio de enseñanza y contemplación que meses después cobraría vida en el legendario Fuerte Kuchaman.
El retiro no fue solo un evento, diría que fue la manifestación de un ideal nacido de conversaciones sustanciales, cuestionamientos honestos y del deseo de trascender las barreras impuestas por las etiquetas religiosas y filosóficas.
Puedo decir que la experiencia es ahora una joya de valor incalculable en nuestro pequeño baúl de recuerdos, lleno de amor y compasión.
El Fuerte Kuchaman: historia y magia del lugar
Ubicado en el estado de Rajasthan, el Fuerte Kuchaman es una maravilla arquitectónica con siglos de historia que ahora renace como un espacio de transformación.
Caminando por sus pasadizos ocultos y tocando las paredes, uno de verdad podía sentir la energía de quienes lo habitaron y defendieron en siglos pasados. En cada rincón, cada terraza con vistas a la villa, en cada espacio, se respiraba historia.
Me impresionaron sobre todo sus salones, el de los espejos, el Diwane Khaas, el Krishna Temple o el Gold Room.
Aquí tuvo lugar el retiro Kutastha.
Retiro Kutastha: una experiencia transformadora
Acompañados por silencios que se extendían desde antes del amanecer hasta mucho después del atardecer y por conversaciones profundas, en ese fuerte atemporal nos sumergimos en la contemplación y en la búsqueda interior de la conexión con la esencia eterna que nos habita.
Los desayunos y almuerzos —comida vegana de excepcional calidad— transcurrían en silencio, pero durante los cinco días del retiro la música tuvo un papel central.
Månika Dogra con su voz, Victorien con sus flautas, Swami con sus enseñanzas. Momentos inolvidables con la voz e interpretación de Shruthi Vishwanath, Kita y Josh Robertson en el teclado.
Antes del amanecer, nos sentábamos en silencio para iniciar el día con cánticos Om mientras el sol despuntaba. Cada tarde, cuando caía, subíamos a la Hawa Mahal Terrace para un ritual inspirador. En la noche, Swami nos guiaba en satsangs.
Aprendimos un mantra que repetíamos 108 veces con un japa mala que había sido sumergido en los ríos Ganga, Yamuna y Saraswati durante el Maha Kumbh Mela.
También hubo tiempo para disfrutar de otras experiencias. Participamos en una sesión de baile extático, recibimos flautas de la América del Norte profunda y Månika nos introdujo a la meditación activa y al método de voz auténtica: el pranayama.
El retiro finalizaría con un concierto Nakaloka, un momento profundamente conmovedor que desafía toda descripción y que merece un relato aparte.















Los participantes del retiro: conexión para la vida
El retiro Kutastha reunió a personas de Europa, Oceanía, América Latina, Estados Unidos e India. Esta diversidad de culturas, idiomas y trasfondos personales enriqueció muchísimo la experiencia, dando lugar a un espacio de vínculo y crecimiento mutuo.
Los participantes fueron: Månika Dogra, Victorien, Swami Chidananda, Shruthi Vishwanath, Kita, Josh Anderson, Alexandra, Brianna, Eoghan, Jolenny, Katie, Shankar, Kinga, Tom, Trupal, Tracy, Rebecca, Ljin, Ashley y yo.
Lo vivido, desde los momentos de absoluto silencio mientras contemplábamos el sol salir a la expresión libre y energética del baile extático, risas y lágrimas, relatos y fantasías, nos sirvió para crear lazos significativos, plenos de amor y amistad.
Atesoro cada instante, aunque creo que el momento más especial fue la visita de una veintena de chicas adolescentes del pueblo. Vinieron a conocernos como parte de una iniciativa para conectar con la comunidad, y el grupo se volcó en recibirlas con amor y generosidad. Tras un concierto, donde cantamos y aplaudimos juntos, nos reunimos en pequeños grupos para compartir sueños y aspiraciones. La manera en que ellas expresaban sus anhelos me resultó conmovedora.
Ese breve pero intenso encuentro culminó con un almuerzo comunitario en el que pude apreciar lo bello de la simpleza de compartir.
El trabajo y la dedicación de Månika y Victorien
Månika y Victorien fueron el corazón y la estructura del retiro. Månika, con su inspiración y sensibilidad, dio significado a la experiencia, mientras que Victorien, con su entrega, se aseguró de que todo saliera a la perfección. Y no solo se ocupó de la logística con maestría —por momentos, cualquiera hubiera dicho que estábamos en un hotel de siete estrellas—, sino que también aportó su talento musical, creando momentos inolvidables con su flauta.
Ambos trabajaron para nosotros con una dedicación excepcional, haciéndonos sentir a todos especiales y cuidados.
La tradición védica y sus enseñanzas milenarias
En una próxima publicación exploraré a fondo la Tradición Védica de la mano de Swami Chidananda. Es un hombre excepcional. Su capacidad para contar historias no tiene parangón, como tampoco lo tiene su conocimiento de las narraciones de la tradición hindú.
Su condición de monje, con su traje anaranjado, y los votos de austeridad, disciplina espiritual, castidad y servicio a través de la enseñanza, lo llevan a una práctica centrada en una sola palabra: desapego.
Solo un breve adelanto: con un enfoque hondamente respetuoso, conversamos sobre la tradición védica, repasando sus principios en relación con las tradiciones abrahámicas. Y lo aprendido me ha permitido conciliar, con una sonrisa en el alma, que, como seguidor rebelde de Jesús durante muchos años, no tengo que excluir, sino abrir el corazón. Porque cuando alguien intenta definir a Dios o la espiritualidad con un texto o una convicción absoluta, lo único que hace es limitar lo ilimitado. Y eso no es sensato, es torpe.
La rebeldía de la que habló fue lo que me llevó en 2007 a iniciar lo que luego se convertiría en The Openhouse Project, una iglesia para gente que no gusta de iglesias y que, antes de la pandemia, lograba reunir a más de 1,000 personas un domingo para conocer de Dios de una manera pragmática, fresca y relajada, para lograr con Dios una relación feliz.
En las conversaciones con Swami me he encontrado una visión completamente diferente, aunque no creo que conflictiva. Ni logro creer en la reencarnación ni lo voy a intentar, pero tampoco llego a creer que el Cristianismo es la única verdad y que todo lo demás está equivocado.
Por todo esto me alejo de la religión y me celebro en la más abierta, inclusiva y amorosa dimensión espiritual.
Gratitud a Alexandra
A mi esposa, Álex querida, gracias por acompañarme en esta travesía, por integrarte, por ser parte y esencia de la búsqueda que hacemos juntos. Comprendo que por momentos todo esto parece extraño y que no has dejado de hacer un esfuerzo retador de apertura.
La belleza reside en tu corazón y disposición a explorar, y por ello, estoy agradecido hasta el infinito. Gozo con vos y pasamos juntos por los pasillos del Fuerte maravillados en cada espacio. Así lo hemos hecho décadas por la vida y continuamos. Ha sido un viaje maravilloso y la prueba más hermosa está en nuestros hijos Santiago y Adriana, como en nuestros nietos Mauricio, Gastón y Rafael ahora también. Gracias Stephanie y a Ignacio también. Gracias todos nuestros ancestros, en mi caso, muy especialmente a mamá Mayra y Fernando papá.
Llamado a la acción
Este retiro fue mucho más que una experiencia, fue un despertar. Me he dado cuenta de que el crecimiento y la plenitud no se encuentran en la comodidad, que he de explorar lo desconocido.
La incomodidad genera, el confort estanca.
Te invito a abrir puertas, a salir de tu zona habitual, a desafiar tus propios límites. La vida comienza en los confines de lo conocido, en ese espacio en el que nos permitimos descubrir nuevas perspectivas, conectar con otras almas y expandir nuestra esencia.
Que la generosidad se manifieste en nuestra contemplación, en nuestra aceptación y en nuestra compasión hacia los demás. Que cada paso que demos nos lleve a un mayor entendimiento, a una apertura sincera y a una acción activa para construir una vida con menos ego, más rica y plena.
No esperes a que las oportunidades lleguen. Salí a buscarlas. Atrevete a explorar. Atrevete a vivir.
Paz y luz.