Alexandra y Jorge Oller
¡Hola!
Siempre he pensado que construir memorias es una gran idea. Las compañías, las familias, los grupos de amigos, las personas, con las facilidades con las que contamos hoy, debemos hacerlo. Es así como se construyen culturas, identidad y referencias, así como ojalá inspiración.
Humilde e informalmente, desde el 2005 publico en mi blog –A Fuego Lento– según surge algún tema de interés o inquietud. A la par, durante años procuré una reserva de imágenes y vídeos que buscan proteger la memoria. Hoy intento ampliar este baúl de recuerdos. Porque ya vienen nuevas y emocionantes experiencias.
Conforme pasa el tiempo, más gozo la creatividad y su inmensa capacidad de transformación, en un mundo que exige valiente innovación. Por ello, sería bueno ser chispa para provocar.
LOVE – LIVE – MATTER
De la vida en tribus
Desde mis primeros años en la escuela, en McCann-Erickson Costa Rica, Honduras y México, hasta mis últimos años en las tribus globales de Saatchi & Saatchi, DDB, Cannes Lions y Havas, he aprendido que la vida es mucho mejor cuando se comparte en buenas compañías.
No es una coincidencia que haya fundado Tribu hace más de 30 años, pues además de grupo publicitario y una marca regional, significó una fabulosa y desafiante aventura. Juntos aprendimos que, más allá de vernos a los ojos, amor es la mirada unida en la misma dirección.
He disfrutado de mis tribus y mis compañeros de Georgetown, el Incae y del Consejo Creativo Latinoamericano. He compartido con muchas tribus a lo largo de la vida y éste es un buen lugar para celebrarlas. En el blog lo seguiré haciendo a fuego lento.
Todos vivimos en tribus. Desde luego, mi tribu favorita es mi familia. No puedo expresar lo mucho que amo compartir mi vida con Alex, mi esposa, y mis hijos Santiago y Adriana. Mi yerno Ignacio, mis nietos Mauricio y Gastón. Ellos, sin duda, son mi núcleo familiar y tribu esencial, junto con mi madre Mayra, la tía Errolyn y mi hermano Carlos.
Otras tribus como los amigos íntimos o el Openhouse han significado un mundo de bendiciones. Así también, las tribus del Cannes Lions, la Metodista y el Saint Francis, la Comunidad (antes Ascap), el Maex XII de Incae, DSQ cuando corría maratones y tantas más.
Sin duda, la vida en buenas tribus es sencillamente una maravilla
En la travesía por la vida
Todo lo que hagamos en la vida tendrá resonancia. Consecuencias. Un desenlace o un resultado. Es el principio de la cosecha: se recoge lo que se siembra. Lo dijo Maximus Decimus Meridius en Gladiador:
“what you do in life, echoes in eternity”
Sin duda, lo que hacemos en la vida hace eco en la eternidad.
Por esto, hace mucho sentido hacerlo en buena compañía. Elijamos bien. Ninguna relación debe ser por obligación.
De un autor desconocido: “retiraré de mi vida a cualquier persona que sea tóxica y drene mi alma, ¡rápidamente!”. Porque la vida es demasiado corta para gastarla en las personas equivocadas.
El compromiso superior debe ser dar lo mejor de uno siempre. Inspirados. Encendidos. Porque toda tribu parte del poder de uno.
Por felicidad en libertad
Uno más uno suma lo que uno pueda lograr. A partir de uno se inicia, se sigue y se culmina. Yo recomiendo cuatro pasos en secuencia: soñar, pensar, hacer y celebrar.
En la vida se debe soñar despierto. Todo lo que se ha hecho empieza con una idea, imagen, sueño o visión.
Luego se debe pensar la estrategia, planear y diseñar creativamente cada movimiento. Después se debe hacer con una ejecución impecable en todo lo posible.
“El círculo creativo se cierra al celebrar. Pues lo que se celebra se repite”
“El efecto entonces será auténticamente liberador: la creación de valor”
“El resultado final será felicidad para gozarla en libertad”