VOLCAN 2006, una oportunidad de oro.

El próximo Volcán, concurso publicitario organizado por ASCAP, la asociación costarricense de agencias de publicidad, podría ser un punto de giro, un hito en nuestra historia creativa, un punto para disparar un rompimiento, dejando atrás lo pasado y definiendo juntos el futuro.
Creo posible provocar una reacción duradera en la comunidad publicitaria, enfocada a elevar nuestro producto creativo a niveles competitivos en los más importantes concursos del mundo, detonando un compromiso de corazón y para la vida. Está claro que jamás nunca se logrará esto con truchos, con fusiles o con publicaciones exclusivas para concurso, mientras todo lo demás que se produce es una basura.
El reto es convertir al Volcán en el punto de partida, la plataforma de lanzamientos, el gran resorte al resto del mundo, empezando por Latinoamérica. Por esto, invito a no fijar nuestros ojos en un Volcán o cinco, sino en ellos como peldaños y los Ojos, los Fiaps, los Cannes como visión a futuro.
De hecho, si todas las agencias del país se vuelcan a la creatividad, persuadiremos clientes y lograremos que sean más exigentes en lo creativo. Si todas las agencias suman, lograremos de este anhelo un proyecto nacional, y no una competencia de barrio entre niños sin visión. Por esto, si hay buena creatividad ganando premios, aplaudamos todos que se trata de un proyecto país, no un premio por agencia.
Las cualidades del Volcán deben ser participación, compromiso, comunidad, sentido de país, cluster publicitario, despertar creativo. Porque así ganamos nosotros en las agencias, ganan nuestras marcas, ganamos todos.
Al final de todo, si logramos elevar el nivel del concurso, la seriedad y profundidad del proyecto nacional, si iniciamos el sentimiento de comunidad comprometida con un sueño, lograremos encender a toda la comunidad publicitaria, y no solo a los creativos, provocando más investigación, mejores insights, briefs inspiradores, en fin, creatividad ganadora.
En resumen, pienso que el Volcán 2006 es una oportunidad de oro que tenemos que comprender en toda su dimensión, y que no podemos dejar de aprovechar. Ojalá sea alimentado por todas las agencias con su mejor producto creativo, y que los truchos no sean inscritos, que prevalezca la dignidad y el profesionalismo, para iniciar así este proyecto creativo en todo el país.