No hay quien desconozca la competencia feroz y depredante que vivimos entre las agencias publicitarias del país y en el mundo entero. Pareciera que el tiempo de damas y caballeros pasó y se volvió, como dicen ahora, una onda ochentera.
La verdad bien dicha, como decían en McCann, nos hemos dado palo. Cuando pienso en las cuentas que me han arrancado, la gente que se han llevado, los golpes nobles y los bajos recibidos, me recuerdo entonces de las cuentas que hemos ganado, la gente que nos hemos traído y los golpes legales y poco nobles que hemos propinado. Así ha sido por muchos años.
Sin embargo, cuando pienso en Jaime, Manolo, Dirk, Rodolfo, Rodrigo, Enrique, Javier, Gerardo, Carlos, Gustavo, Luis Pedro, pienso en amigos de la vida y competidores formidables, todos ellos mis competidores por no menos de 15 a 25 años! La publicidad es un deporte de contacto, es fuerte y agresivo, pero en medio de todo, tiene normas y ética no escritas que guían nuestro competir. De tanto que hemos competido, hoy los conozco más que a muchos amigos.
Para muestra un botón. A Jaime Jiménez yo no lo podía ni ver, no lo bajaba, no lo transaba. (Creo que me comían los celos por tanto éxito, tanto premio, tanto crecimiento en JBQ). Aunque por motivos diferentes, estoy seguro, lo mismo le pasaba a Jaime conmigo. Nos golpeamos muchas veces y no siempre agradablemente. Yo reconozco que con JBQ fui varias veces fuerte, en mi burda intención de polarizarme con la agencia más caliente del momento y así lograr legitimidad. Una vía extraña, lo reconozco, como también cargada de juventud, vehemencia y pasión, así como de error o simple equivocación.
Hoy, por una inquietud que compartíamos en medios, somos socios y amigos también. Tenemos una sociedad en una compañía exitosa, como :CAMedia, ya sumamos un par de años en la aventura y hoy puedo decir que pocas personas disfruto tanto como a Jaime. Celebro lo mucho que he aprendido de su visión en los negocios, la forma como enfoca los temas grandes, los positivos y los negativos. He encontrado en uno de mis más difíciles competidores a un socio tan especial como el mejor que se puede conseguir. No dudo que Alberto y Marcos coincidirán conmigo. Sin embargo, lo que más celebro es su amistad y por supuesto la de Carmen, su esposa, que es sin duda maravillosa, para decirlo en una palabra.
Lo especial de todo esto es que a nivel agencias creativas, nos seguimos dando palo y nos enfrentamos como siempre lo hemos hecho. Por esta experiencia, y porque así lo siento, estoy seguro que con la absoluta mayoría de mis competidores de agencia publicitaria, también podríamos coincidir en negocios, viajes y aventuras, porque nos hemos conocido de cerca. De frente, pero muy cerca.
En mis competidores directos he encontrado amigos muy interesantes. Cuando nos reunimos en la asociacion de agencias, los disfruto muchísimo, cuando nos vemos en los eventos, celebro con ellos. Es verdaderamente un privilegio competir con gente de tanta calidad y valores humanos.
Somos competidores y amigos de la vida.