Cuando Armando Vargas se enteró que yo había regresado del país, después de 5 años en McCann-Erickson México, inmediatamente me buscó y me contrató una asesoría de veinticinco mil colones mensuales, que por poco que suenen, hicieron una gran diferencia. Juntos habíamos trabajado la campaña de Luis Alberto Monge, y en ese momento me propuso que arrancáramos la aventura a favor de Rolando Araya. Tratándose de Armando, no lo dudé un segundo y nos volcamos detrás de aquella nueva aventura.
Con Armando, y Fernando Polini, produjimos nuestro primer spot de TV, y bajo aquella relación particular, empecé a dar los primeros pasos para la agencia que hoy cumple 18 años de haber sido reconocida como tal. Gracias Armando por tu confianza y amistad, que a la par de la que luego depositó en mi proceso Rafael Calderón Mugica, permitieron los primeros pasos de un sueño, que aquellas épocas, no parecía nada más que una especie de misión imposible.
Valga mencionar que Armando fue también mi primer jefe, cuando al contratarme como locutor en Noticias Monumental, me tuvo por año y medio madrugando y leyendo en vivo las noticias del día. Su ejemplo siempre fue inspirador, y su amistad un tesoro escondido que hoy reconozco tenemos que redescubrir. De nuevo, Armando, gracias.
ENFOQUÉMONOS EN LAS COINCIDENCIAS
El liderazgo de Barack Obama crece por minutos, mientras le habla al mundo y mientras duerme también. El presidente de los Estados Unidos inspira y emociona con su valentía, su propuesta global, su elegancia y