Hay gente que vive inspirada y hay gente que no. ¿La diferencia? Hay gente que lee textos inspiradores, se rodea de gente inspiradora, asiste a eventos inspiradores, se suple de fuentes inspiradoras, vive o crea ambientes inspiradores, persiste en su mente con pensamientos inspiradores, se enfoca en ejemplos inspiradores, anima su cuerpo, su alma y su espíritu con inspiración. Y otra gente no.
El anterior es un párrafo crudo, concreto, realista y poco inspirador. Solo que hoy estoy como para irme directo al grano: ¿De qué lado queremos estar? ¿Te habías hecho esta pregunta? ¿Tenés claro de qué lado querés vivir? Y es que es sencillo, para inspirar tenés que estar inspirado. Y esto de estarlo requiere de más que una convicción o un compromiso, sino de una acción sostenida por tu voluntad y el apoyo de otros.
Enfoquémonos. Por unos días a partir de mañana, solo me concentraré en inspirarme, en inspirarnos, en inspirar.
Veámos qué sucede unos días después.
Salud!