NO HAY PEOR DECISIÓN QUE LA QUE NO SE TOMA

Acá está el mensaje del Presidente de Arias, a quien respeto y admiro. Yo también ya decidí: voy a votar Sí. Demencia sería esperar resultados diferentes, haciendo lo mismo.

El TLC es imperfecto, pero es mejor que lo que tenemos. El TLC es un riesgo, pero mayor sería el riesgo de no arriesgarnos. El TLC es apertura que prefiero al aislamiento. El TLC es un paso adelante que prefiero a no dar un paso. El TLC es prosperidad necesaria que es mejor al estancamiento que no ocupamos. El TLC significa oportunidades, y de no aprobarse, sería eliminarlas.
Votemos Sí el próximo domingo. Elijamos apoyar la gestión de Oscar Arias y su gobierno, deponiendo juicios de valor y sospechas. Tenemos un Presidente que merece nuestra confianza y nuestro compromiso de apoyo, al margen de los sentimientos negativos que nos genera su crónica y severa egolatría así como su escasa inteligencia emocional. Por esto no lo admiro y respeto menos, porque así lo tomo y así decido respaldarlo.
En efecto, Oscar Arias no inspira un solo sueño con su discurso, tono y manera, más sin embargo, yo he decidido depositar en él mi confianza para concederle racionalmente un liderazgo intelectual y de conocimiento que merece mi humilde apoyo. A su vez, Alberto Trejos y Anabel González son una legítima garantía a este proceso, por su capacidad y entrega, por su compromiso y desinterés particular, por su amor a la oportunidad de hacer una diferencia y dejar profunda huella de su aporte a nuestro país. A su vez, Marco Vinicio Ruiz en su gestión me inspira seguridad y Alfredo Volio me la ratifica.
Para mi el TLC es un SÍ rotundo y por esto, confío en que los costarricenses lo sepan reconocer, a pesar de la pésima campaña publicitaria antes y después de la ridícula parodia de los corazones, a pesar del memorando de Casas y Sánchez, a pesar del uso no autorizado de imágenes como la de Franklin Chang y otras figuras públicas.
La impericia publicitaria y la torpeza en la campaña de comunicación, ha hecho que muchos costarricenses hayan visto su atención desviada de la esencia que se discute. Por esto, no es pequeño el esfuerzo pero debemos hacer caso omiso a la publicidad del Sí, tomar su contenido y la información que aporta, para enfocarnos en la decisión de progreso, apertura y avance que trae el TLC. Esto es lo importante.
Informémonos, documentémonos, hagamos todo lo necesario para darle razón y contenido a nuestro voto en solo una semana. Pensemos con el corazón, y seguramente concluirás igual que yo: debemos votar sí. Entre otras cosas, por la sabiduría implícita en estas palabras: No hay peor decisión que la que no se toma.
Como en un blog todo se vale y nada está para convencionalismos, te repito lo que antes escribí: El TLC es imperfecto, pero es mejor que lo que tenemos. El TLC es un riesgo, pero mayor sería el riesgo de no arriesgarnos. El TLC es apertura que prefiero al aislamiento. El TLC es un paso adelante que prefiero a no dar un paso. El TLC es prosperidad necesaria que es mejor al estancamiento que no ocupamos. El TLC significa oportunidades, y de no aprobarse, sería eliminarlas.
Mi voto será un decidido Sí. Con tilde. En una semana te invito a votar Sí. Con acento en la i.
Sí.