Después de explosiones de pintura y miles de bolitas, las primeras en Escocia y las segundas en San Franciso, Sony Bravia invade Nueva York con conejitos de plasticina. Así lo hicieron, de la mano de Fallon:
El resultado final ha sido un comercial que emociona nuestro niño o niña interior y enciende el espíritu juguetón, pícaro y travieso, a la vez que provoca para la marca Sony Bravia, una experiencia estimulada por imágenes que acarician el corazón de cualquiera.
Tiene mucho sentido agregar, dar, entregar, aportar. A menudo pueden ser razones, aunque más frecuentes deben ser las emociones alegres, positivas, constructivas, vívidas e imaginativas.