Me encantaría tomar esta escena como punto de partida para una
discusión abierta con los clientes del mundo. El consumidor ha cambiado
y sin embargo, posiblemente los anunciantes no. En las agencias no
sabemos ni sabremos nunca tanto de los productos y servicios de
nuestros clientes como nuestros clientes, pues esa es una condición que
es propia y debe ser siempre… de nuestros clientes. Sin embargo,
nosotros estamos obligados a comprender más de la gente, de las
personas, del ser humano y cómo conectar con ellos. Yo prefiero
quedarme con la comprensión, el entendimiento y los insights, antes que
los demográficos, los datos y la información del mercado. Mejor aún,
sin embargo, contar con todo y sabe elegir lo relevante, lo que conecta
y atrae, para desechar los demás cuando de conectar se trata.
Por
esta razón y mil emociones, en Tribu nos enfocamos a Lovemarks. Vamos
por conexiones emocionales para una vida entera, aunque sea difícil,
aunque una promoción sea más rápida y a pesar de que un descuento pueda
provocar una aventura pasajera. Traigamos el amor de vuelta y
reconozcámoslo abiertamente: la consumidora cambió.
PD
Gracias a Cynthia McFarlane por el link!