https://youtube.com/watch?v=8M4_IlbaZHA_US
De unos años a la fecha, decidí aceptar como mía la invitación que Jesús le hizo a Mateo. Y como fue tan simple, solo me dispuse a seguirlo. No me compliqué más con religiones ni con rituales, ni con teorías o hermenéutica, pues todo lo había probado antes no había logrado una relación. De una forma decidida pero sin mayores compromisos iniciales, decidí seguirlo.
Tal y como lo anticipó Andy Stanley en su serie de video charlas SIMPLE, con el tiempo he ido llegando a creer, y por lo tanto, la obediencia ha sido un fruto y uno una imposición. En medio de un mar de dudas y muchas conductas por corregir, o cuando menos atender, el proceso me ha movido de una vida en cautiverio a una en libertad, de una en ejes equivocados a una en el centro del mensaje que trajo Cristo a la tierra. O al menos cerca.
No soy ningún espiritualista y no logro estar ni a mil kilómetros de la levitación, cierro mis ojos y en oración logro una paz que no alcanzo por ninguna otra vía, y no he encontrado ningún ansiolítico más efectivo que una conexión directa con Él en búsqueda de protección, amor y perdón. Sin embargo, el camino que ha sido largo para mi, hoy me ha mostrado una avenida enfocada a la relación y no a la religión, en mi cuerpo como templo y no en un edificio, en mi íntimidad con Dios como respuesta y no en una liturgia o una tradición.
Creo que Jesús fue quien Él dijo que era, aunque las dudas y mi limitación me complican, aunque gozo de un compromiso de vida que me permite decirte, con toda sinceridad, que aún y cuando se tenga una fe en crecimiento o mil dudas, tu vida puede ser mucho mejor si solamente te decidís seguir a Cristo Jesús. ¿Y a qué me refiero con ésto? A conocer sus palabras, a descubrir su vida, a reflexionar en su legado y decidirte a seguir su guía y dirección. Podría ser que tengás dudas de si resucitó a Lázaro o si caminó sobre el agua, pero tu vida va a ser mejor. (¡Y luego podrías descubrir que sí fue cierto!). Podría ser que tengás dudas de su nacimiento de la Virgen o de su ascensión al cielo, pero puedo asegurarte que tendrás una recompensa inmediata al pasar del seguir al creer y por lo tanto al obedecer.
Hoy sentí el deseo enorme de contártelo así de simple, porque no es cuestión de religión sino de relación. Después de todo, ¿algún mandamiento más relacional que el del propio Jesús? Ámense los unos a los otros no se refiere a un sentimiento, sino a una acción, y por esto, es cuestión de hacer del amor un verbo, y si querés ser grandioso o grandiosa, servir a los demás.
Siempre fácil decirlo, igualmente siempre difícil hacerlo, hasta que descubrís la libertad legítima y auténtica en tu intimidad con Dios. Simple.