Veámoslo así. En un año en el que se repitió agencia del año en el Volcán, con lava, fuego, cenizas y fumarolas incluidas, para luego navegar por el Caribe solos en lancha rápida y traernos más estatuillas que ninguna otra agencia, la cereza en el pastel habría sido esa mechuda estatuilla felina que solo en Cannes se puede ganar, después del Fiapito en bronce que nos trajimos de Buenos Aires.
Hace algunos meses, Pablo Chaves y Javier Mora nos lo habían propuesto y así lo habíamos acordado: a Cannes solo va lo que pueda ganar. La idea fue la acertada y la movida inteligente, pues aunque en el Volcán no se puede ganar agencia del año sin muchas inscripciones creativas ganadoras a nuestro nivel, es decir, el propio del certamen local, en Cannes no se puede ganar si no se logra clase mundial. Después de todo, basta darse un vueltín por los pasillos del Festival y dimensionar la proporción del desafío y lo difícil que es ganar aquí.
En el proceso de selección a lo interno, el equipo creativo en Tribu eligió Seis Mil Colores como la única pieza con posibilidades, se trabajó, se hizo crecer, se pulió y se inscribió. Hoy podemos estar satisfechos, pasó a finalista y estuvo en su categoría compitiendo con otras 7 inscripciones del mundo, aunque no logró llegar a estar entre los tres mejores.
Es muy temprano para procesar lo que ha sucedido y son muchas las notas que tendremos que comparar. Acá en Cannes con Rogelio Umaña hemos repasado poco lo sucedido todavía, aunque es interesante agregar algunos argumentos para colocar nuestra lucha en su correcta proporción.
Por ejemplo, echémosle un vistazo a ésta inscripción de Nike que muestra la utilización del Twitter, área en la que coincidimos aunque en diferentes categorías, para descubrir cómo el recurso ha tenido aplicaciones un tanto más impresionantes que la nuestra con los colores, y que además combina además de la marca mundial del deporte y la victoria, con Armstrong, la banda Livearmstrong y el Tour de Francia.
https://youtube.com/watch?v=HmW-eGCrSxs_US
Interesante, ¿no es cierto? Así podremos ir encontrando ejemplos que muestran el nivel que tienen en sus retinas los jurados en Cannes, pues al venir de todos los rincones del planeta, han visto y valoran en función directa a la altura de sus propios niveles. Y por esto, aún para los alemanes, los americanos o los brasileños, ganar en Cannes no viene sin la idea, la ejecución y por supuesto, la influencia.
Hoy en la presentación de Publicis me encontré también con el siguiente caso que también volvió a presentarme el nivel mundial y la dimensión del desafío creativo que tenemos por delante, pues si solo quisiéramos hablar de pinturas éste video resume una iniciativa, una activación, una idea y todo lo que querás agregar, y vuelve a traernos el reto creativo a la nariz.
https://youtube.com/watch?v=uPpMWaSPt-s_US
Se nos escapó el león, aunque lo tuvimos cerca. Estar en Cannes, o descubrir todo lo que se puede ver acá es simplemente abrumante y hasta intimidante. Pasar una pieza a short list ya es un éxito en sí, y llevar un León a Costa Rica es una hazaña que merece todo nuestro aplauso para los equipos creativos que ya lo han logrado, liderados en su momento por Christian Caldwell, dos años seguidos, Manuel Travisany y ahora también Alberto Quirós.
Estuvo cerca el León, pero la satisacción está intacta. Nos sentimos como cuando un delantero bota un penal en el último minuto, pero también como el equipo orgulloso que pierde dejando el pellejo en el campo de juego. Ahora el desafío es más grande, el enfoque aún mayor y las ganas más grandes todavía.