Hoy tengo unas cuantas preguntas para vos, si no es mucho pedirte, después de que veás al menos un fragmento de este video grabado a mano alzada con una Flip.
https://youtube.com/watch?v=yJORQfGNrVI%3Fversion%3D3_US
Cinco veces al día en los países musulmanes podés escuchar un llamado a la oración que dice: «Alá es el único Dios y Mahoma su profeta». ¡Juemialma! Eso es muy diferente a lo que yo creo. «¡Nada que ver!», diría cualquiera en Costa Rica. «¡Jalá con esas varas!», podría decir cualquier otro. Como no creen lo mismo que yo: ¿Se van a ir al infierno todos los musulmanes? Y perdón, ¿existe el infierno?
En resumen, Islam quiere decir sumisión a Dios, comprendida como una palabra derivada de paz. Claramente, es un mundo aparte de la fe Cristiana, y sin embargo, es una diferencia que requiere de comprensión, respeto y consideración, o nos matamos. No tenemos que creer en lo mismo para vivir en paz.
De hecho, ¿a alguien se le podría ocurrir un mundo sin diferencias? Supongo que no, aunque solo vos sabés tu propia respuesta. En Costa Rica, desde luego, cuando un pato tico echa plumas de colores, otros se las quieren arrancar.
La diversidad es lo único que todos tenemos en común. Sin embargo, por intolerancia o ignorancia, por envidia o por celos o yo no se porqué más, a menudo mueve a diferencias que nos alejan, nos enojan y hasta nos enfrentan inútilmente. ¡Todo mal!
En nuestros países no estamos acostumbrados a las diferencias de verdad, y por esto, no es de extrañarnos que unos se ahoguen con cualquier discusión. ¿Te suena conocido? ¿Sos de los que prefieren que los demás estén de acuerdo con vos? O, ¿podés legítimamente celebrar las diferencias?
En general, no nos gusta la gente que no piensa como uno. ¿Absurdo? Tanto no nos gustan las diferencias de opinión, de fe o pensamiento, que pasamos en un instante de la discusión a la intolerancia y el irrespeto. ¿O será mejor mandar al carajo? A veces se antoja escupir antes que tragar.
En nuestro país, como en muchos otros, acudimos fácil a la serruchada de piso y muy especialmente al choteo. Fatal. ¿Y ese mae qué se cree? ¡Ssss… es un imbécil! Insultar, «comerse a la gente», inventar cuentos o «ningunear» es más rico y a menudo sabe como un dulce de leche, sin embargo, es más el recurso del inmaduro, del maleducado, del impulsivo, algunas de las anteriores o todas ellas.
¿Solo porque no piensa como uno? Sí. Así parece ser. Nuevamente en nuestra linda Costa Rica, el no pareciera que no existe, el sí es un tal vez y el tal vez es un no en camuflaje. ¡Como que hay que hablar sin decirlo, o decir dándole vueltas! El legado del pura vida y el todo tranquilo, la sociedad del todos somos iguales y la falta de entrenamiento en la diversidad, nos ha llevado a una solemne confusión de vida para ubicarnos en la inoperante intolerancia, sometidos a la tiranía de las minorías que sí escupen.
Con el llamado a la oración del Islam cinco veces al día, me encantaría pensar que puedo intentar traducirla en un llamado quintuplicado a la celebración por las diferencias. ¿Será que podemos diferir y polemizar sin ofender? ¿Creés que podamos enfocarnos en las coincidencias? Seguro que sí, aunque se necesitarían cuando menos dos partes inteligentes. Y eso no siempre es posible.
Para cerrar, ¿me permitís un comentario adicional? Si te rodeás de gente que solo te dice lo que querés oir, pronto estarás solo con gente que no tiene nada que decir.