CANNES LIONS 2007 EN DOS PLATOS. TAL VEZ TRES.

Procederé a resumir la experiencia desde una perspectiva muy personal. Para empezar les cuento que este fue mi segundo viaje a Europa y debo admitir que pasar del frío incesante de Holanda a las cálidas playas del sur de Francia no tiene comparación.
En Cannes todo es espectacular, ni más ni menos. Es relativamente sencillo darse cuenta por qué todo el gremio mundial quiere estar ahí para estas fechas. La ciudad entera está saturada de tiendas, hoteles y restaurantes de lujo; es como un enorme mall de una sola planta con playa incluida. Me sorprendió mucho la despampanante belleza de la gente en general, todo el mundo es lindo, mujeres divinas como de revista siempre arregladas y con vestido (era raro ver mujeres con pantalones o jeans, excepto que fueran evidentemente de la comunidad creativa). Supongo que este fenómeno es natural en un país donde la moda es toda una industria.
El Festival es algo increíble, está muy bien organizado. Todo se encuentra en un entorno con un diseño cuidado meticulosamente y cuenta con una seguridad bien rigurosa. Básicamente si perdés tu gafete de identificación, te fregaste; porque no te lo reponen y equivaldría a haber cruzado el atlántico para pasar una semana dando vueltas por la ciudad, irse a la playa y tomar cerveza todo el día a 10 euros la botella… como que no!.
Una vez expuestas piezas del shortlist en Print te sientes como un niño en una confitería, no sabes para donde ver pues los pasillos están llenos de piezas impresionantes. Muchas de ellas eran familiares, en el transcurso del año ya las habíamos visto publicadas en la ARCHIVE o en Adsoftheworld.com.
En Cannes todas las noches son de fiesta y eso aplica para todos. Amanecer en un bar es algo completamente normal y desde luego no estuvimos exentos. Hay muchos lugares adonde ir, pero hay solo un lugar donde se debe estar, Croisette 72 junto al Hotel Martinez. Ahí acude la comunidad creativa mundial todas las noches. Es como La Esquina, pero frente a la playa… o más bien como Rafa´s, pues en el bar lo que hay es una gran barra donde comprás la cerveza y te la tomás de pie en la calle hablando con medio mundo.
Es divertido toparse a los grandes de la industria con birra en mano, de pie y hablado paja igual que uno. Ahí tuvimos la oportunidad de conocer a algunos de ellos, como a David Droga y Pablo Del Campo quienes prometieron visitar CR pronto. También a otro poco de creativos regados por el mundo, unos austriacos de una agencia pequeñita (21 personas que vinieron TODOS a Cannes ), una dupla de Leo Burnett Madrid, a los directores creativos de DDB y Saatchi en Sidney y a un mexicano de Leo, Chicago. Por ahí también nos topamos a Carlos Cantú, el mexicano que vino con los de BROTHER acá a Costa Rica, un tipo muy divertido con quien la pasamos muy bien.
Sobre el Young Creatives Film Competition.
Bueno, el asunto fue muy simple en realidad. El miércoles a las 5 p.m. nos dieron el brief, era para MTV Switch. Hacer un comercial viral de 30 segundos para que los jóvenes adoptaran conductas que ayudaran a disminuir el calentamiento global. La noche del miércoles no dormimos, el jueves definimos lo que íbamos a hacer, hicimos la pre-producción y el casting junto con las tomas. Como para el comercial tuvimos que rentar un carro esa noche nos fuimos a cenar a Monaco (en la pista nos pasamos la salida y terminamos en Italia, en Génova donde dimos vuelta ). El viernes fue la edición de las tomas en Área de los Young Creatives y ahí acabó todo. El sábado en la mañana juraron las piezas y eligieron al ganador; la dupla de Italia, quienes desarrollaron una idea linda, sencilla y sin complicaciones. En retrospectiva, a lo mejor debimos haber hecho algo bien simple, rayando en lo obvio; sin embargo no me arrepiento de nuestra propuesta, me gustó cuando la presentamos y me sigue gustando ahora. Eso era todo lo que yo esperaba y por eso estoy tranquilo.
La cúspide del Festival son las ceremonias de premiación, especialmente la de Film el sábado que cierra el Festival; es el evento más esperado. Jorge con su experiencia del año anterior nos advirtió que debíamos llegar temprano para hacer fila. Para no cansar con el cuento, las puertas las abren a las 7:00 p.m. (que parecen las 2 de la tarde pues ahí oscurece alrededor de las 10:30 p.m. ). Paula y yo llegamos a las 5:30 confiados de llegar 1 hora y media antes y al llegar nos encontramos con una fila de 300 metros. Ya para las 7 la fila era kilométrica.
El issue es que al llenarse el Gran Auditorio, al resto de los asistentes los ubican en los auditorios alternos y ellos lo que ven es una transmisión en vivo de lo que sucede en la premiación. Por suerte ese no fue nuestro caso… pero casi. Nos tocó bien arriba en “el palomar”. Igual nuestra ubicación no opacó para nada una experiencia inolvidable.
De mi parte, he sido flechado por el encanto de Cannes y trataré de regresar tan pronto sea posible. Para mi fue un recordatorio de por qué elegí hacer esto para ganarme la vida, una fuente de inspiración que me hace querer trabajar bien duro, porque algún día quiero ser yo quien suba a recoger una estatuilla metálica de esas en forma de felino. Yo sé que por ahora no es más que un sueño, pero por algo se empieza.