REVOLUCION

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En las últimas semanas, más que nunca he escuchado a gente deseosa de revolución en sus campos. Hay señales claras que anticipan cambios, evoluciones y hasta revoluciones culturales que podrían finalmente modificar el status quo. Tanto en Costa Rica como en el mundo, hemos agotado los recursos y estirado nuestras posibilidades hasta lo inaceptable, lo intolerable y lo insostenible.
Solo ayer conversaba con Luis Pedro Urrutia, de Ogilvy, y sus palabras volvían a insistir en esta idea colectiva por una revolución pacífica pero contagiosamente emocionada por romper el estado de las cosas y avanzar a un nuevo nivel, mejor y evolucionado, alejándonos finalmente de lo mediocremente parecido a lo de siempre. Luis Pedro me decía que sus cambios y decisiones recientes en Ogilvy, tienen que ver con su decisión a competir en creatividad, de arriesgarse y enfocarse a ganar por el valor que corresponde agregar: creatividad.
Conversando con Mauricio Garnier, de Garnier BBDO, a copa de vino abierta hace un par de feriados, me emocionó escucharlo decir que no descansaría hasta lograr el nivel creativo de sus sueños plasmado en realizaciones, en reconocimiento internacional y una posición en los festivales. Su determinación es similar a la de un revolucionario que decide conquistar a toda costa, así le cueste la vida por lograrlo. Esto emociona y anticipa éxito, evolución, progreso, avance, de un equipo creativo que en su agencia, dice Mauricio, se parece al Saprissa por su alineación totalmente nacional.
Los cambios recientes en el Inpub y la presidencia por Gustavo Halsband, ya muestran la energía y la búsqueda por empujar de este espíritu argentino por décadas costarricense también, con iniciativas, presencia en exteriores, ideas radiales y más, que solo bueno traerá a nuestra industria. Igualmente, cuando escucho de José Fco. Correa que su enfoque será en la capacitación y elevación del nivel en nuestro país, y para lo que nos hemos comprometido a sinergizar con Ascap, una asociación que hemos redefinido y reperfilado juntos por el cambio que buscamos.
Por ejemplo, en temas de trascendencia para la publoidad de nuestro país, cabezas de agencias publicitarias que nos hemos roto las espaldas compitiendo unas contra otras, estamos encontrando los puntos de coincidencia para edificar por la industria. Así, Carlos Fonseca, Enrique Nieto, Arnaldo y Rodrigo Garnier, Diego García, Manolo Gavilán, Jaime Jiménez, hemos avanzado juntos por el desarrollo de nuestros jóvenes publicistas creativos, por hacer crecer nuestro mundo publicitario y marcado espacios para evolución, en lo que hemos dado en llamar G8, que esperamos pronto sea un G10 y un G U, con la U por unánime. Estamos viviendo una suerte de revolución pacífica, pero no por ello menos intensa, que nos recuerda una vez más que ninguno de nosotros es mejor que todos nosotros.
El referendum que viene en unas semanas, indica que a la tica, tendremos una manifestación masiva del país completo y que en mi opinión, votará por un sí al cambio, a la apertura, a los riesgos por el desarrollo y la negación a que las cosas sigan como están. Sin embargo, también vale mencionar con ilusión e inspiración, que también escucho la palabra revolución de gente como Hans Wust, músico cristiano con una misión que visualiza para Latinoamérica, de Benjamín Sasso y Debbie Kessler y su búsqueda por alcanzar a miles de cubanos y jóvenes de recursos, de Chris Dearnley en PuraVida Coffee y Fundavida, aparte de La Viña, como de Milton Rosales en Vida Abundante, así como de sus colegas pastores de mensajes profundos, prácticos y valiosos. Son revolucionarios espirituales por la causa más trascendente de la humanidad.
Los ejemplos son incontables, las muestras de ganas, hechos y decisiones nos hacen hoy escribir con optimismo. Lo que escucho es a gente de primer orden, los citados acá y los muchos otros que omito por tiempo y espacio, decidida a cambiar, a superar el estado de las cosas y a inyectarle a nuestra región una marca de revolución personal. En la rebeldía podemos encontrar a una buena compañera, si la combinamos con el balance y la búsqueda por equilibrio.
En aquel momento, Los Beatles lo alcanzaron de muchas formas, y por ello hoy los recordamos con ese sencillo video que invita a una revolución.
Yo también soy revolucionario, como los somos todos en Tribu también. Algunos más que otros, todos en espíritu sin duda alguna. Estoy absolutamente seguro de que vos también lo sos.
No hay excusas: revolution.

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