Hablar de una cuenta retail, es indivisiblemente hablar de un enfoque a la mujer. Así lo tuyo sea una tienda, una ferretería, una venta de autos, tu natilla en el refrigerador en el supermercado, tus productos en un anaquel de la pulpería o atender en la sucursal de un banco. Ella toma las decisiones e influye prácticamente todas. Saatchi NY lo sabe también, JC Penney lo ha comprendido y por ello, acá hay acá unos ejemplos interesantes de publicidad retail en TV.
No lo desestimemos: ella se relaciona por similitud, no por competencia. Ella ríe con otras, no de otras. Ella se inclina más por las relaciones, se siente mejor con los detalles y no puede ser más compleja. Ella compra y decide, influye y marca el destino de sus gastos e inversiones. Ella es la compradora en jefe, y por ello, no es en lo más mínimo inteligente ignorarla.
Hoy, hombres y mujeres tenemos que diseñar para la mujer, evitando el error común de pensar rosado. Nos toca dimensionar su complejidad y al menos sospechar sus enlaces, para descubrir verdades ocultas en dirección a la mejor comunicación, el más íntimo diálogo, la mayor relevancia. Debemos darle seguridad, experiencias que desee repetir, y por supuesto, inspirarle lealtad más allá de la razón. Eso que llamamos Lovemarks.
Para mi hablar de retail es hablar de la mujer, y para llegarle al corazón, nada más que enfocarse en sus emociones, en su intimidad y sensualidad. Sin embargo, como la mayoría de las páginas retail están cargadas de decisiones masculinas, es difícil que alcancen a la mujer con ese sutil trust sell que ya debería estar sustituyendo al hard sell convencional.
Lovemarks tiene todo el sentido del mundo en el retail, como lo demuestra JC Penney, una cuenta que hoy goza del impacto que se genera con solo pensar, diseñar, crear y dirigirlo todo en dirección a ella. Veamos uno más, que tiene sentido pues ella se siente más segura viendo la cara de las demás, sintiéndose identificada y logrando cercanía por asociación.
Cada día importa al detalle, a la conexión con ella, a atraerla en vez de interrumpirla. Logremos su confianza, basados en un diálogo legítimo y no solo con comunicación publicitaria invasiva. Cada día importa en una amistad, en un romance, en una relación. Cada día importa y por esto, en el gastado retail publicitario de hoy, es urgente innovar.
Cada día importa. Vos, ¿qué pensás?