Me emociona compartir con vos este video de Sirena Huang, la niña prodigio del violín que a los 11 años fascina al mundo entero con su talento y virtuosidad. Empezó sus clases de violín a los 4 años, y a los 9 años hizo su debut público con la Orquesta Sinfónica de Taiwan. Extraordinaria y fuera de serie, sin embargo, Sirena pagó el precio.
Ella no es solamente producto de su imaginación musical y su fabuloso don, sino también del esfuerzo, la disciplina, el trabajo, la determinación, y por supuesto, el sacrificio, la superación a toda frustración y el fin en su mente por lograr el nivel alcanzado. Sirena Huang hoy es libre de tocar el violín como quiera y se le antoja, porque pagó el precio de esa libertad. (Por cierto, NO se la pierdan por ahí del minuto 9, que sus palabras son sumamente inspiradoras).
Si queremos liberar nuestro talento extraordinario, hay que pagar el precio. No hay almuerzos gratis, no hay viajes regalados.