Miedo que da miedo del miedo que da. Como mucho en la vida, la música de esta canción me provoca una emoción distinta de la que me genera su letra. El miedo es la casa donde nadie va, es la palanca que apaga la vida, pues hay gente que tiene miedo de subir y miedo de bajar, más tal vez aún, miedo de encontrarse y de no ser.
Ya en otra ocasión había escrito algo del miedo: El miedo paraliza, recorta, retrasa, anula, petrifica, inutiliza. El miedo subyuga, subordina, aplasta, aturde y degrada. El miedo humilla, aletarga y desarma, el miedo es una lacra y no debe ser parte de tu vida. El miedo es subjetivo, personal, está en cada quien vencerlo. Existe, y no existe. Vos decidís. Adelante. Cambia. Se valiente. Atrevete. Y lo había ilustrado con este comercial:
También había escrito en algún momento algo sobre el miedo convencional en la agencia de publicidad convencional, así:
¿Sabés qué es lo peor que podría pasar con un cliente? Y quiero insitir, ¿sabés qué es lo peor de lo peor de todo lo peor que podría pasar con un cliente en el peor de los casos…?: Perderlo. Eso es todo.
En cambio, en el caso del snowboarder en la montaña… podía perder su vida. Eso sí es pérdida.Por esto, no debemos tener miedo y asegurarnos de ganarte el cliente para una vida entera, entregando lo mejor de vos, de tu equipo, de tu organización.
¿Te imaginás lo que le habría sucedido a este loco en el video abajo, si se hubiese tirado de la montaña con miedo? Hay que luchar, hay que lanzarse, hay que confiar en tus piernas y hacer lo mejor de vos por el cliente, que así es como se conservan, se crecen y perduran.Olvidate del miedo, que lo peor no es más nada que una oportunidad. Dale!
¿Quién dijo miedo? Y cuando ilustré este artículo, usé el video de cierre, para ilustrar la visión que más me emociona del creativo, del cristiano, del corredor, de quien vive y no sobrevive, de quien se muda de presencia a significancia, de quien busca trascender, hacer una diferencia, dejar un legado o simplemente hacer una contribución… sin miedo: