En el sitio de Laura Chinchilla, www.laurachinchilla.com, su movimiento perdió la oportunidad de causarme una primera buena impresión, y con el discurso de unidad que plantea pienso que carece de un tema efectivo en el mensaje en la contienda electoral que apenas se inicia en Liberación Nacional. Si “LaUra nos une”, ¿será que el principal problema de los costarricenses es la desunión? O dicho de otra forma, “Si LaUra nos une”, ¿la promesa es unidad en vez de cambio, prosperidad o seguridad?
Para la promesa de unidad o unión, en la que se enfoca el movimiento, pienso que la vuelta es muy larga y la oferta no está cerca de mis preocupaciones como ciudadano. En su propuesta, primero hay que comprender sus “brechas” para entender la solución en la unidad que plantea. Es decir, la promesa de unidad o unión está en el hecho de que promete cerrar esas brechas, y por tanto, o comprendés la ruta de su planteamiento, o te quedás con la idea de que LaUra nos unirá a todos en un “modelo de convivencia basado en el diálogo, el respeto y la solidaridad.”, y con ello, seremos felices por siempre jamás.
El planteamiento general, como es de esperarse de un grupo de políticos como los encabezados por Laura Chinchilla, es absolutamente correcto y acertado, pues señalan los principales puntos de su agenda en la brecha social, de seguridad, la ambiental, la del desarrollo económico y la de gobernabilidad. Por tanto, la propuesta de “LaUra nos une”, está enfocada en su promesa de cerrar las brechas y unir a la sociedad costarricense, lo que en principio luce romántico, propio de un gobierno estudiantil o simplemente alejado de mis problemas concretos de seguridad, de desarrollo, educación y competitividad, por citar unos cuantos. Para agregar a mi desasosiego por tanta palabrería política, el mensaje insiste en que unirá en una brecha más: la “que nos impide conversar y ponernos de acuerdo para trabajar unidos.” Y esta frase vino a sumar aún más a la propuesta maquillada, posada, poco creíble y en mucho alejada de mis urgencias o asuntos de mayor importancia.
En lo personal, me parece que Laura Chinchilla tiene condiciones suficientes para ganar una presidencia y ser una gran presidenta, así como para hacer entrega de una gestión efectiva, particularmente de continuidad a un buen trabajo y un excelente equipo en el gobierno, hoy liderado por un cansado presidente Arias. Mientras tanto, los otros precandidatos para decirlo en pocas palabras, tienen un desafío aún mayor por delante, pues sus sitios en Internet no alcanzan más que a poner números detrás de sus nombres, y por esto, Araya 2010-2014, Berrocal 2010 y Echeverría 2010, presentan datos, información, promesas y más de lo que estamos acostumbrados a recibir de los políticos.
En todo caso, es una lástima que en la primera oportunidad de causar una extraordinaria primera impresión, “LaUra nos une” se convirtió en una experiencia común de los políticos de siempre. No obstante, al menos el sitio de “LaUra nos une” trae muchos de los “bells and whistles” tecnológicos del momento, pues es completo, actual y digno lugar de la Internet 2.0 participativa e interactiva de hoy. No obstante, falla en darme la opción de enviar un mensaje, no me da espacio a compartir mi opinión y me indica que solo les interesa mi adhesión.
Antes de irme de estas teclas por ahora, quiero agregar un comentario adicional. Aparte del hecho de que Laura es un nombre poco relacionado a la ex-vicepresidenta, pues es ampliamente conocida como Laura Chinchilla, y no Laura solamente, la gráfica utilizada para destacar la “u” en el nombre de Laura, y así enfatizar la promesa de unidad, es auténticamente torpe. ¿Qué no se dan cuenta de que propone pronunciar Laura con un aullido en la “u”?
El camino apenas empieza, y por esto, ojalá que gane la mejor persona, la más preparada y más equipada para conducir al país fuera de su curso normal, promedio y pequeño. Sin embargo, si Laura Chinchilla es esa persona, su propuesta en línea hoy se queda corta y es, en la mejor de las apreciaciones posibles, más de lo mismo.