El liderazgo de Barack Obama crece por minutos, mientras le habla al mundo y mientras duerme también. El presidente de los Estados Unidos inspira y emociona con su valentía, su propuesta global, su elegancia y propósito superior.
Con los primeros 100 días más exitosos que pudo obtener, y con el apoyo espiritual más intenso y organizado que haya tenido cualquier presidente americano en la historia, Obama ha tendido un puente para conciliación y paz en el mundo. Su voz hará eco por muchos años y la trascendencia de su liderazgo ya se anticipa gigantesca.
En Egipto hace unos días, Obama hizo un discurso que es tan importante y relevante que lo quise dejar acá en mi blog para muchos años más, así como para compartirlo con vos. Es casi una hora y requiere de paciencia en conexiones lentas, pero vale cada minuto de tiempo invertido en éste mensaje sin precedentes al mundo árabe, fuertemente afectado por una imagen negativa y alejada de la realidad, pues países como Egiptos se caracterizan por gente cálida, divertida y con un gran sentido de humor, alegres, hospitalarios y profundamente influenciados por su rica y profunda historia milenaria. Tiene todo el sentido del mundo comprender que mientras nos enfoquemos en las diferencias, siempre tendremos abismos sin solución. Por el contrario, si nos enfocamos en las coincidencias, podremos siempre converger y conciliar.
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