Hay días en que todo se ve oscuro y deprimido, a pesar de que todo a tu alrededor esté iluminado, inspirador y emocionante. A menudo permitimos que los sentimientos aleatoriamente nos capturen, sin descubrir el poder incalculable en nosotros para elegirlos.
Por ahí he escuchado ésta frase: “Pain is temporary. Quitting is forever”, y me gusta porque nos recuerda que el dolor es pasajero mientras que abandonar sería para toda la vida.
Cuando se redescubre Cannes cada año, nos trae a todos las cucharadas de humildad que se requieren para dimensionar nuestro reto al frente para colarnos entre los mejores del mundo. Desde los Young Lions hasta los estudiantes en el Roger Hatchuel Academy, desde los que competimos hasta los que representamos, todos regresamos de Cannes intimidados, achicados y ubicados en nuestra pequeña dimensión, y por ésto, no son pocos los que han abandonado.
Al conocer el uso de Twitter que había hecho Nike con Livestrong para el Tour de Francia, fue duro reconocer que había ahí una idea gigante que hacía la nuestra de Protecto como una ingeniosa aplicación pero sin el peso, los recursos y el nombre como para haber impresionado al jurado. Ahí se siente uno en la sombra, limitado, sin recursos y con pocas o niguna posibilidad para lograr el nivel mundial.
Sin embargo, también estamos los que reconocemos que toca sacudirse el polvo, ver a la distancia, colocar la mirada en la meta y superar el dolor, las limitaciones y los límites aparentes, para decidirnos a continuar. El dolor es pasajero y lo que sigue es un plan. Más que una arenga, una motivación o una charla al estilo de un camerino en el mundial, lo que sigue es un detallado plan de vuelo, con pasos más que con programas, con trabajo al 90% e inspiración al 10%, para regresar en un año, colar varios finalistas y finalmente traernos nuestro primer León.
En Tribu tendremos que buscar las oportunidades con nuestros clientes, en el día a día y en el tiempo especial, lo haremos en equipo, con paciencia y determinación, con claridad de que solo con el entrenamiento diario es posible llegar a correr una maratón. No hay atajos, no hay almuerzos gratis, se trata de continuar emocionados porque en el proceso seguiremos divirtiéndonos, gozando el viaje y pasándola bien, que aunque la meta es alta y ambiciosa, no debemos nunca tomarnos demasiado en serio de todas maneras.
Confío en que nuestros clientes serán los principales beneficiados, mientras que ya estamos preparando iniciativas para subirlos al velero de competencia, para que descubran con nosotros el caudal interminable de oportunidades que nos trae la creatividad social, así como el punto de giro que nos trae movernos de una agencia 360º a comprender que debemos conectar gente con gente, alrededor de marcas con las que quieran pasar tiempo, con la idea que nos traen los 6º de separación que hay entre cualquiera dos personas en el planeta.
Haber logrado que Seis Mil Colores estuviera en una lista corta de 8 inscripciones en su categoría nos elevó las expectativas y por unas horas soñamos con un bronce, plata o un oro. No se dio este año y no sucedió sin dolor. Lo bueno es que es pasajero, y que por encima de todo, estamos todos agradecidos y satisfechos porque dimos todo lo que se podía dar.
No me quiero ir de las teclas sin felicitar a nuestro equipo en Tribu, Desde Diego García hasta Giovanni Sánchez, desde las cabezas creativas en Tribu, Pablo Chaves y Javier Mora, así como Rogelio Umaña en lo Interactivo, hasta quienes más afinaron en el caso de Protecto que trajimos, que incluye especialmente a Paula Guevara, Frank Fernández, Yamileth Oviedo, Carlos Loría, Joaquín Brenes, Esteban Miranda, Marcela Artavia, Elena Rovira, Roxana Víquez, Leana Álvarez, Esteban Jiménez, los equipos en Montevideo, The Electric Factory, en Buenos Aires, Pulse y el resto en Tribu que contribuimos todos de una forma u otra. Somos la agencia del año en Costa Rica, por segundo Volcán consecutivo, y en el último Caribe barrimos con más premios que ninguna otra agencia participante, y esos logros tampoco llegaron ni rápido ni fáciles. Sabemos cómo hacerlo.
Ahora, con la mirada a lo alto y a lo lejos, vamos adelante juntos, tanto en Tribu como en Costa Rica y en Centroamérica también. Cannes asusta pero no es imposible. El futuro es nuestro y lo vamos a seguir construyendo juntos.