De hoy en 3 semanas vuelvo a correr una maratón, aunque ésta tiene dos características particulares: será la última y el escenario es Nueva York, en compañía de unos 40.000 más que como yo, llevamos años y meses esperando por ésta oportunidad.
Yo saldré atrás en el corral #55 en la ola #3 de color naranja. ¿Algo más parecido a ganado o matadero? El frío estará por ahí de los 5 a 7 grados y el ferry a Staten Island lo tomaré a las 7:50 AM. Mi número será el 55642 y aunque intentaré bajar mi récord personal de 4:19 –soy lento, sí, pero llego…– también estoy claro que no es la maratón ideal para intentarlo.
Mi grupo de corredores, DSQ, se dividió éste año en varias competencias y a la fecha no son pocos los récords personales logrados. El entrenamiento ha estado muy duro y madrugado, aunque claramente está entregando frutos esperados con muy buenos tiempos. Y aunque soy un optimista al natural, no pienso que Nueva York me vaya a permitir mi PR. De todas formas, optimista o no, ideal o no, igual lo voy a intentar, aunque mi prioridad se divide en dos, la primera terminar y la segunda disfrutarla.
Así que viene maratón para éste amigo tuyo, y una marca a vencer en medio de más adversidad. Interesante desafío personal, pues a nadie le importa más que a uno, y por ésto, como en la vida, es simplemente un tema de superación personal.
Más adelante, habrá más de maratón por acá.