Hay una dimensión que todos tenemos que resolver, tanto como la física, la intelectual y sentimental. Esta dimensión de nuestro ser es a menudo subordinada y hasta ignorada, pero claramente es tan importante como la que más y se trata de nuestra espiritualidad.
En días como los que vivimos, este video nos puede llevar a pensar que tantos millones de creyentes no pueden estar todos equivocados. También es cierto que si sos de los que no han tomado una decisión y elegido un camino espiritual, posiblemente vivirás un vacío perceptible o imperceptible, pero que llenaremos con medicadores, anestésicos y codependencias de todo tipo.
Hay quienes dicen que somos mente, corazón y espíritu. Algunos otros agregan al alma como parte de nuestro ser. Otros dicen que somos cuerpo y alma, como algunos sostienen que somos almas en un cuerpo. Otros dirán que solo somos células atadas desde el principio. No faltan los que no creen en nada y ni siquiera se lo cuestionan. Sin embargo, no somos pocos los que reconocemos una dimensión espiritual que debe ser atendida, como lo hace el que va al gimnasio para cuidar su cuerpo, duerme o se alimenta.
Aquí te dejo, no sin antes invitarte a disfrutar del video una vez más, que contextualizado así tiene aún más sentido. Atendamos nuestra dimensión espiritual, busquemos balance, procuremos consistencia. Es una lucha diaria en un mundo que nos seduce. Es una batalla cotidiana no con pocas tentaciones. Sin embargo, quien no incline su cabeza a un Ser Superior, tiene un serio problema que resolver.
Yo inclino la mía al Dios que envió a su Hijo a morir en la Cruz, y por consistencia por esta relación lucho todos los días, cada vez con un poco más de amor y compromiso. Y si una sola idea pudiera compartir, es la que tuvo Mateo cuando aceptó una simple invitación al escuchar un “Sígueme”, y le siguió.
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