Desde abril del 2003, asumimos un compromiso estratégico con la idea de crear y perpetuar Lovemarks, para enfocarnos en el branding emocional y la sostenibilidad del negocio de nuestros clientes. . Lo hicimos después de habernos asegurado de sentirla en nuestros corazones y en nuestra cultura, de consentirla y entretejerla en nuestra vida cotidiana, de nutrirla y vivirla en su desarrollo entre nosotros.
La idea propuesta por Kevin Roberts, CEO Mundial de Saatchi & Saatchi, adoptada en mi primer encuentro con el concepto en el 2001 en Auckland, New Zealand, adaptada y tropicalizada a nuestro país y nuestras circunstancias, así como enriquecida por nuestros aportes, nos ha llevado a la conclusión de que posiblemente, en nuestro enfoque estratégico nos podremos mantener en esta dirección al menos por unos 100 años más. (¡Creo que Porter y Prahalad, Brenes y Retana podrían estar orgullosos de nosotros por esto!).
Asímismo, en reconocimiento abierto a la evolución constante que vivimos, nuestro cero temor a probar e innovar, así como por nuestra disposición constante a abrir brecha y ser pioneros, hemos decidido ser los primeros en el mundo de Saatchi en declararse una compañía Lovemarks.
Es decir, nos moveremos a partir de hoy para concentrarnos en la idea más poderosa, comprensiva e integral, más transformacional y gestora de negocios. Nos focalizaremos en esta propuesta de amor y de negocios, y por ello, evolucionaremos ahora de una “Compañía de Ideas” a una “Compañía Lovemarks”, o bien, “A Lovemarks Company”.
Hemos descubierto su enorme potencial para transformar el mundo de nuestros clientes, y nos dirige a todos en un sentido que tiene oportunidad de negocios, atención en lealtad y esencia en la integralidad del ser humano y su búsqueda por una propuesta de vida integral, holística y armoniosa.
Esta evolución, en abierta discusión en el mundo de Saatchi & Saatchi, tiene en mi opinión, una sola avenida, y que precisamente es aquella que muerde la bala y se decide por completar el proceso, terminar de poner el punto laser en el centro del blanco, compromete a pensar con el corazón y finalmente alinear todo lo que hacemos en dirección a un mundo de marcas que inspiren lealtad más allá de la razón. Y para ser consecuentes, empezando por nosotros mismos y nuestra propia Tribu.
Luego entraremos a profundidad y conversaremos un poco más a fondo. Mientras tanto, la belleza de esta propuesta es que nos mueve al territorio de las posibilidades de todos los días para hacer una contribución, y nos convence de que podremos hacer un aporte cotidiano para hacer del mundo un lugar un poquito mejor a través de los negocios.
Así que en lo que sigue nos verás reconociendo abiertamente esta evolución, sencillamente porque es el reflejo de nuestro propio proceso interior. Acá en el blog y por ahora, solo te adelantamos que Tribu se enfocará aún más en Lovemarks, y porque cada cliente nuestro avance en mover sus marcas de un lugar en el mercado, al corazón de nuestra cultura.
(Artículo originalmente publicado el 26 de Abril del 2007)