Ponernos de pie y caminar, es por sí mismo un milagro. Abrir los ojos y ver, es un regalo de vida que no podemos dejar de apreciar, pues las historias de gente como Aimee Mullins nos recuerdan los verdaderos obstáculos de algunos, y su inspirador ejemplo para comprender nuestros privilegios.
No falta quién se queja en medio de todo, a pesar de que absolutamente todos podemos vivir en un estado permanente de gratitud.