Después de varios días de sequía en las teclas, pues entre una y mil cosas me he distraído aún más de lo usual, me ha hecho todo el sentido del momento empezar por una frase que es en sí mismo una redundancia y que hace unas horas escribí en un mensaje: tribu es nuestra.
Lo hemos dicho una y mil veces: una compañía no puede llamarse tribu y no serla. A la vez, tribu no puede ser mía o tuya, sino nuestra, que de otra forma sería merecedora de cualquier otro nombre. Una tribu se refiere a nosotros y por lo tanto solo puede ser nuestra, colectiva, compartida y abierta, jamás impuesta o en decreto, sino atractiva, seductora y convincente, de lo más profundo y lo más auténtico.
Cuando cambiamos el nombre de nuestra empresa de Consumer a Tribu, lo hicimos porque así reflejaríamos mejor nuestra esencia, al movernos del consumidor a la gente, y de la publicidad a la comunicación, así como de la transacción a la relación. Y hoy al ser parte de DDB desde enero pasado, he venido a descubrir que la ruta tenía sus previsiones, que las casualidades no existen, pues el enfoque en creatividad social ahora termina de hacer todo el sentido del mundo y encajar en Tribu como anillo al dedo.
Al movernos de solo conectar marcas con personas, a la idea vigente y efectiva de conectar gente con gente alrededor de las marcas, Tribu DDB levanta ahora una bandera enfocada en los 6 grados que hay entre todos nosotros y cualquier otra persona en el planeta, para dejar atrás la idea que tanto se ha usado de la agencia 360 grados. No se trata de rodear al consumidor hasta ahogarlo, sino de conectar gente para integrarla, para que se sume y haga suya la marca.
Al comprender el efecto cardumen que vivimos hoy, donde nos influenciamos unos a otros como solo lo pudo hacer posible la tecnología y el mundo digital, es claro que la comunicación dejó de ser de una sola vía y que pasó a ser una de múltiples avenidas de contacto. La integración y las redes vienen a convertirse en la evolución en la sociedad perfecta para las tribus del planeta, y en alguna medida también para una compañía como la nuestra.
Tribu es nuestra y por ésto ella misma nos pide encenderla para todos, emocionante y apasionada, cambiante y abierta, de todos y cada uno que sea parte de nosotros. Tribu DDB es hoy una emocionante realidad en Centroamérica, desde Guatemala hasta Panamá, que sueña en grande y hace en pequeño, pues toda travesía se inicia por un paso y nosotros apenas estamos dando los primeros.
Así, más que nunca, Tribu es nuestra.