Al 2012 con gratitud. El año 2012 lo recordaré siempre con gratitud amplia, alta y profunda. Ha sido un año como ningún otro en prácticamente todas las dimensiones de mi vida, y por lo tanto, ha sido uno de exploración, experimentación, innovación, descubrimientos, cumplimientos, realizaciones y sentimientos. Muchas veces cruzamos líneas y rompimos límites.
Los logros alcanzados en el 2012 son notables y de cierta manera también de asombro. Entre lo mucho que se ha sacrificado, éste blog ha sido maltratado por los más altos grados de abandono en los que ha estado desde sus inicios. Me he distraído en un par de temas que, por sus características, me han inhibido de la exposición que implica publicar en la red.
Mientras que Tribu DDB crecía explosivamente en proporciones nunca antes conocidas por nosotros, Bosz Digital continuó su paso vertiginoso hasta alcanzar los 400 colaboradores y la apertura de nuestra primer compañía en Bogotá. Las demás compañías del Grupo Tribu avanzaron a paso firme, incluida la construcción de un nuevo y emocionante edificio llamado Tributo, en paralelo a todos los acuerdos que preparan las nuevas aperturas que realizaremos en el 2013. Así, con un ritmo empresarial virtualmente temerario, tomamos tiempo y nos enfocamos en la Vía Costarricense, el Openhouse y más recientemente, la campaña por la presidencia de Costa Rica de nuestro amigo querido, el Alcalde de San José.
Por la combinación de temas y nuestro compromiso por convertirnos en el grupo de comunicación más influyente de Centroamérica, tomamos las oportunidades que nos permitieron dar pasos adelante en esa dirección. Por esto, nuestras nuevas relaciones con Walmart, Purdy Motor, Nestlé, Cargill, Movistar y Universal nos entregaron oportunidades adicionales. Aún así, en lo personal, tuve un año de inusuales descubrimientos fuera del territorio publicitario y digital.
La política con P mayúscula entró a la vida de una forma poderosa. La influencia llevada a la dimensión nacional ha sido un espacio de exploración, de grandes posibilidades e inspiradoras oportunidades. Gracias a la Vía Costarricense, he conocido personas maravillosas que de otra forma posiblemente me las habría perdido. También reconecté con gente extraordinaria y mi vida se enriqueció entre seres humanos inspiradores, cultos, sensibles y comprometidos, así como entre sueños e ilusiones por hacer una diferencia, en dirección a realizaciones que serán visibles al país completo.
En nuestra comunidad, por supuesto, el Openhouse ha sido mi elección de vida espiritual, con la maravillosa oportunidad que ofrece de ser plataforma diferente, fresca y renovada para una íntima relación con Dios, por completo fuera de la religiosidad. El movimiento se ha consolidado, y unos 100 voluntarios se organizan regularmente para recibir a unas quinientas personas entre adultos, niños y adolescentes, para llevarles mensajes relevantes en ambientes que recuerdan que conocer de Dios no tiene que ser aburrido.
En lo personal, el 2012 nos agregó maravillosos sellos en el pasaporte. Desde revisitar El Salvador, Honduras y Guatemala, por citar tres de los muchos agregados del área, hasta los más exóticos como Tanzania, Kenya, Emiratos y Omán. El año no concluye y así vienen de camino también sellos nuevos de lugares lejanos, que siempre llegan y aportan experiencias que nutren y edifican. El peso en la balanza se mantuvo aceptable y el ejercicio físico estuvo regular, aunque sin maratones por ahora. Sin embargo, dicho todo esto, nada se compara con el tiempo en familia, del que gocé abundantemente, incluida la experiencia inolvidable de casar a tu hija.
En este año, desfilé con mi niña del brazo hasta entregarla a un maravilloso joven odontólogo, sensacional ser humano y el amor para la vida elegido por mi hija. Así las experiencias sumadas, el 2012 estuvo intenso, denso, emotivo y potente, dejándome la sensación de que la vida realmente empieza a los cincuenta, y que tal vez el pico está precisamente en los cincuenta y cinco, porque este ha sido el mejor año de mi vida.
No por nada, sino porque estoy profundamente agradecido en todo sentido, quise regresar unos minutos al blog y dejarlo escrito. Porque a Dios le estoy infinitamente agradecido por la vida, por el 2012, por tantas bendiciones y por todo lo que sigue.
¡Salud!