solo tenés que darlo todo

Solo tenés que darlo todo

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En cuestión de horas Luis Guillermo Solís será el nuevo Presidente electo de Costa Rica. A la vez se ha confirmado que Intel se llevará la manufactura, ajustará operaciones y lamentablemente despedirá a miles. En medio de todo, el país entero se hizo fan de la Selección femenina sub-17, a pesar de haber perdido todos sus partidos en el Mundial hospedado en el país.
En Panamá estrenan metro para el transporte urbano, mientras que aquí no se logra construir un congreso decente y tanto importante como urgente. En Nicaragua se habla de futuro con un canal interoceánico, mientras que muchos no pasan de verse el ombligo. El mundo avanza, evoluciona, crece y se expande, mientras nosotros nos la pasamos en las presas de un carril o dos.

Nos frustra, enoja y molesta la pasividad con la que se contempla la llegada de tiempos de transición difícil, de fuga de talento y despidos en nuestra zona de orgullo. Dichosamente, de nuevo el futbol nos llena de ilusión con una selección motivada, animada, divertida, talentosa y positiva, con grandes jugadores y un líder de confianza.

Así las cosas, ¿tendremos derecho al optimismo? ¿Será que en Costa Rica las cosas solo irán de mal en peor? ¿Podremos salir de la trabazón al movimiento? ¿Del estancamiento al reseteo? Como se lo escuché una vez a Ted Turner en Scottsdale, no podríamos pagar el precio del pesimismo. Es mejor ser posibilistas y ponerlo todo.
Con lo que nos podamos quejar, las señales positivas indican que las y los costarricenses somos gente que podemos soñar, pensar y hacer. Queremos aplaudir, se gane o se pierda mientras se juegue bonito con todas las ganas. Nos emociona el éxito individual y aún más el colectivo, somos solidarios y sabemos que sí podemos.

El problema podrá estar en nuestros gobernantes y el aparato anquilosado que nos enyesa, por lo que podría ser una señal más de lo mucho que se requiere de cambio radical, aquel que parte de las raíces. Por esto, la más legítima y confiable solución está en uno, ahí en donde está nuestro mayor potencial, sin olvidar que ninguno de nosotros es tan bueno como todos nosotros.

Dejá que te lo diga Luzu, un vloguero (blog en video) que me parece además de simpático, inteligente. Este mensaje tiene más de 2 millones de vistas en YouTube en poco menos de un año. No te lo perdás.

Así las cosas, ¿tendremos derecho al optimismo? ¿Será que en Costa Rica las cosas solo irán de mal en peor? ¿Podremos salir de la trabazón al movimiento? ¿Del estancamiento al reseteo? Como se lo escuché una vez a Ted Turner en Scottsdale, no podríamos pagar el precio del pesimismo. Es mejor ser posibilistas y ponerlo todo.
Con lo que nos podamos quejar, las señales positivas indican que las y los costarricenses somos gente que podemos soñar, pensar y hacer. Queremos aplaudir, se gane o se pierda mientras se juegue bonito con todas las ganas. Nos emociona el éxito individual y aún más el colectivo, somos solidarios y sabemos que sí podemos.

El problema podrá estar en nuestros gobernantes y el aparato anquilosado que nos enyesa, por lo que podría ser una señal más de lo mucho que se requiere de cambio radical, aquel que parte de las raíces. Por esto, la más legítima y confiable solución está en uno, ahí en donde está nuestro mayor potencial, sin olvidar que ninguno de nosotros es tan bueno como todos nosotros.

Yo creo que Dios se encarga de los resultados, vos solo tenés que darlo todo.

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