Cada loco con su tema. Ni juzgo ni critico, sino aplaudo lo importante que es lo que le importa a cada quien. No es cuestión de más o de menos, ni tampoco de si es o no. Lo que vale es comprender que somos diferentes y a cada quien lo que le plazca.
Así, el poder es de uno y no de lo importante que pueda ser lo del otro. A mi me importa más lo mío, y lo tuyo bien podría resbalarme por completo. Al otro lado del espejo, por supuesto, lo importante para mi puede resultarte irrelevante, en cuyo caso te recomiendo lo mismo: que no te importe. Hoy prefiero lo que es importante para nosotros, pues ganamos más si ganamos todos.
Si en la escalera de los prestigios, los buenos con los números siguen por encima de la poesía, los felicito. En lo personal me pelan mientras no estén en rojo, que así no me gustan para nada. Si a uno le cae bien el fútbol o al otro tejer un chaleco o una historia, a uno mandar o al otro abusar, qué bueno por ellos aunque me puedan provocar lástima, pena ajena o indiferencia. La cosa es no juzgar. Si lo importante para uno es el dinero y para otro es el poder, todo bien para cada cual, que para mi lo importante podría ser otra cosa.
A unos les importa su éxito y a otros la fama, aunque hay una mayoría abrumadora que busca las dos cosas. Unos lo hacen desde la oficina y otros en el estadio, unos cantando y otros volando pala. Desde luego que si todos nos lo propusiéramos, lograríamos mucho más si acordáramos celebrar diferencias y guardar serruchos. La clave mientras tanto seguirá siendo la misma: servir a los demás y en vez de intentar ser el primero, deliberadamente colocarte al final.
Hay gente que gravita alrededor de la responsabilidad empresarial, otros lo hacen girando en el eje de la espiritualidad, la ecología, su éxito, la sostenibilidad del planeta, los premios publicitarios, su marca, la medicina o los problemas con el peso. Para mi es importante lo que para otros no lo es, y al contrario posiblemente todo lo exactamente opuesto. Por esto, en el contexto de lo que escribo, dejo claro que eso me tiene sin cuidado, aunque sí me importa.
Yo a vos no te juzgo y espero que vos a mi tampoco. Si hacés una ese o preferís una zeta, te felicito. Yo puedo creer que equis es más importante que jota, y cada quien que lo interprete en su realidad o en la percepción de la suya. Es cuestión de enfoques y por supuesto del parecer en cada persona. Respeto y espero respeto, porque así se convive mejor en comunidad y hasta sin ella.
De hecho, ha sido importante antes lo que hoy es por completo irrelevante. Con el paso de los años, sin embargo, cada vez menos es importante y lo poco con lo que he decidido quedarme, ahora lo es en extremo. Juega la bolita y el tiempo pasa sin perdón alguno, para llegar a una conclusión muy personal que vale de para todos: importa lo que importa.
Lo demás, que no te joda.
