En noviembre del 2009 se cumplió un sueño de toda la vida, cuando pude ver y fotografiar al gran Monte Everest a la distancia. Lo hice desde el Kalapatar, que aunque alcanza una elevación de 5.550 metros de elevación, en las Himalayas tiene una relación como de la colina en La Sabana en medio del Valle Central.
El recorrido por las montañas más imponentes del planeta, lo hice acompañado de dos turcos, dos neoyorkinas y una pareja de Carolina del Norte, con quienes hoy mantengo una maravillosa amistad que se ha extendido a nuestras familias. Luego, también nos acompañamos de docenas de dzos y yaks que lo cargaban todo, y por supuesto, sherpas.
La tribu sherpa, cuyos orígenes milenarios provienen del Nepal y el Tibet, fue elegida por Sir Edmund Hillary para su expedición y primer ascenso de la historia al techo del mundo. Desde entonces, sherpa ha sido una palabra que se refiere a quienes asisten en el ascenso al Everest, los locales y vaqueanos conocedores, experimentados escaladores y devotos compañeros de aventura.
Y aquí la observación más simple del viaje: ¡su trabajo es llevar a otras personas a la cima! Todo lo que hacen está enfocado con alegría y entrega a lograr que nosotros alcancemos nuestra misión. Lo hacen a través del cuidado que tienen por nuestra alimentación, la aclimatación, nuestro descanso, disfrute y preparación para continuar. Nos agregan positivismo, paciencia, conversación, confianza y cariño, pues convierten su labor cotidiana en su forma de vivir.
Por supuesto, para ejercer un buen liderazgo sherpa, el objetivo debe estar definido con precisión, la planificación es esencial y los recursos deben ser los correctos. Un líder sherpa es conocedor, guía, enseña e inspira. También reconoce el peligro y se aleja, comprende la prudencia y la aconseja. Para un líder sherpa el trabajo en equipo es constante y la actitud define mejores resultados si se hacen con una sonrisa en los labios. El espíritu de la idea es convertirnos en sherpas de nuestra compañía, sherpas de tu equipo, ser sherpa en la familia y así en la vida también.
Llevar a otros a la cima. Llevar a otras a la cima. ¡Eso es liderazgo!, y por supuesto, nos deja una idea poderosa: liderazgo sherpa. Como consecuencia, hoy estoy convencido de que no existe una mejor forma de comprender liderazgo que ésta, y hasta ahí llego con mi observación. Así las cosas, es compromiso de dedicarnos a que otras personas lleguen a su cima.
Germán Retana tomó la idea y la convirtió en una inspiradora columna publicada en junio pasado. Ojalá alguien desarrolle el concepto sherpa y escriba un libro de liderazgo, produzca un documental o profundice en sus valores, pues si todos nos decidiéramos a ser líderes sherpa, el mundo sería un lugar mucho mejor.